sábado, 29 de noviembre de 2008

Ya casi está...

Paso a paso sin perder un ápice de ilusión ya podéis visitar el blog y el foro de lo que en breve será un nuevo club. Muy pronto estará rematada la web.

Os invito a echar una ojeada y a aportar cuanto creáis digno de mención. Los cinco que hemos ideado este nuevo sueño estamos abiertos a todo tipo de comentarios y serán bien recibidos desde donde quieran venir.

Y ya que estamos de celebración os propongo una idea que me lleva rondando unos días. Esto de los blog creo que es grande pero no tanto como creemos... o si?. El caso es que estaba pensando en hacer una quedada bloguera y que mejor forma que tomar como disculpa un tri. Yo tengo clarísimo cual proponer, el problema es que geográficamente quizás no sea el más idóneo, me refiero a Zarautz. Por qué, porque para mi es uno de los más bonitos y carismáticos, porque pensando en los que no hacéis tri, Zarautz ofrece todo lo necesario para disfrutar de un fin de semana inolvidable y porque imaginaros a todos los que llevamos un tiempo intercambiando opiniones, blog´s y pasiones la meta de Zarautz. El año pasado coincidimos Enrique, Diego y Clemente... pero seguro que algunos de los que ahora nos conocemos estuvisteis o quizás quisisteis estar.

Otros lugares que personalmente me gustan, podrían ser: Cuenca, Titan (el cual no he corrido aún) o Palmaces. Me encantaría Ibiza, pero quizás por logística no sea buena idea. ¿¿¿Qué os parece???. Se que es un mogollón y que no ha todo el mundo le guste esta idea... pero por otro lado puede ser un motivo de fiesta y conocimiento de quienes casi a diario nos leemos.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Injusticias!!!

Llueven las injusticias en el mundo, eso dicen muchas voces, voces que ahogadas se culpan de no saber, poder o querer como hacer para que deje de llover sobre mojado.
La vida es así, ya me lo dijo mi padre y más tarde algún maestro e incluso no mucho tiempo después, algún jefe prepotente en su mando. Y sin embargo, yo erre que erre sigo en el empeño, la vida es injusta y no debería ser así.
Parece que cuando te quejas y eres consciente de lo injusto, una expiación cruza tu alma. Si!, lo es, pero yo lo sé y por ello al menos no dejo que los que sufren lo hagan solos. Y mientras tanto qué?.

Apadrino un niño, pienso en dedicar un verano en colaborar con alguna ONG, regalo los juguetes viejos de mis sobrinos, escucho e intento ayudar a mis amigos, familia y cuando veo a un negrito con "La Farola" le doy 1 € sin llevarme el periódico para que lo venda de nuevo. Soy buena persona, no puedo hacer nada pero SI que hago lo que puedo.
Aún así continuo triste, siento como si el mundo pendiera de un hilo del cual si se rompe se desmoronaría. Y claro, eso me preocupa pues si se desmorona el negrito de "La Farola" y yo lo mismo ya no somos tan distintos. Puede que entonces no me de pena el negrito porque esté más preocupado por salvar mi culo y no, a eso no quiero llegar. Es injusto lo del negrito pero perder esta vida, después de toda una vida.... Dios mio, no se si lo soportaría.
Imaginad, imaginad tener que vender vuestras bicis porque hace demasiado que no trabajáis y el subsidio del desempleo hace tiempo que quebró, imaginad que el trabajo que consigáis no es continuo y cuando lo es no baja de las trece o catoce horas para además cobrar un tercio de lo de hoy e imaginad que eso es lo que le ocurre a la gran mayoría. Imaginad que vuestras casas sólo cumplen el cometido de ser habitadas si con suerte no os la ha quitado el banco, pues ya no valen lo que ayer valían y venderlas es una ilusión pues no hay quien las compre. Imaginad que habéis perdido vuestra mundo vuestra manera de vivir, imaginad si podéis y pensad que no seriáis los primeros y posiblemente los últimos. Que así se sintieron millones de personas en la gran depresión, en las grandes guerras, en tantos cambios sociales del siglo pasado y de muchos anteriores. Imaginad.


Y ahora pensar qué tenéis, pensarlo y meditar si todo lo que tenéis es lo que queréis o es lo que la ola en la que vivís os ha ido mostrando. De verdad es lo qué queréis???. Supongo que si, en la gran mayoría de los casos tenemos lo que queremos y vivimos como queremos. Alguno quisiera ganar más, muchos tener más tiempo y otros ser comprendidos por los que quiere y no tomado por un friki. En definitiva, la balanza es generosa.

Pensad ahora en el negrito de "La Farola". Con suerte vivirá en un piso compartido por quince más y con un alquiler altísimo impuesto por algún español o incluso por otro inmigrante aventajado, pensad lo que ha tenido que hacer hasta llegar a España y no olvidéis que puede que incluso tenga carrera universitaria. Pensad que en su huida hacía el "paraíso" posiblemente dejó una familia, un mujer y unos hijos y pensad que muy posiblemente lo que más desea es volver a su país con el dinero suficiente para tener una vida digna con los suyos. Pensad en qué condiciones trabaja y cuánto podrá ganar y pensad en la sonrisa que os dedica cada vez que os ofrece el diario.

Y por último, pensad qué pensará él de las injusticias de este mundo. Pensad qué pensará sobre las hipotecas surprain, sobre el cambio climático, las guerras en oriente y sobre la crisis de occidente. Pensadlo y decidme, qué creéis que piensa... yo se lo he preguntado.

Piensa en ganar dinero y volver a su país y poder trabajar como médico pues tan sólo le quedaban tres asignaturas cuando oprimido por la guerra, la delincuencia y la imposibilidad de vivir, decidió emprender el viaje... y él tenía suerte, porque estudió gracias a una madre que como muchas, aquí y allí empeño su vida por él. Pero lo más alucinante es que dice que no entiende nuestro pesimismo, que cada mañana da gracias a Ala por estar trabajando en su sueño y el cual seguro conseguirá. Le pregunté si era feliz y me dijo que si. En su cara solo pude ver ilusión (creo que los cojones los deja para otras cosas chulo, a este sólo le alimentan los sueños) y ahora me pregunto: esto de pensar en lo mal que va este mundo, en lo hijos de puta que somos por como lo tratamos y lo injusto que es con tantos no será por que vivir como vivimos nos hace perder toda perpesctiva real de lo que es la vida???.

Por cierto, el negrito suele vender "La Farola" en la entrada del Continente cercano a Telecinco. Para el que quiera charlar con él.

viernes, 21 de noviembre de 2008

De nuevo Cambio Climático

Os propongo la siguiente lectura que he descubierto en un blog. No pretendo crear polémica ni convencer a nadie, solo pretendo que leáis un punto de vista del cual comparto al menos el escepticismo.

Actualmente me encuentro en un debate moral que podría aplicarse en esta lectura y del cual quizás os haga participes en un futuro: no lo estoy pasando bien y la decisión que debo tomar no va a ser sencilla. Pero esta es otra historia. Por favor, intentar leer sin prejuicios este escrito del fallecido Michael Crichton. Como os decía no todo lo comparto pero si el mensaje general de dogmatismo a ultranza en el que creo estamos envueltos.


El paraíso que nunca existió.


Conferencia de Michael CrichtonSan Francisco, 15 de septiembre, 2003.
Se me ha pedido que hable sobre lo que considero que es el reto más importante que enfrenta la humanidad, y tengo un respuesta fundamental. El mayor reto que enfrenta la humanidad es el distinguir entre la realidad y la fantasía, entre la verdad y la propaganda. Distinguir la verdad ha sido siempre un reto para la humanidad, pero en la era de la información (o como yo creo que es, la era de la desinformación) adquiere una urgencia y una importancia muy especial.

Tenemos que decidir todos los días si las amenazas que enfrentamos son reales, si la solución que se nos ofrece será para bien, si los problemas que nos dicen que existen son problemas reales, o inexistentes. Cada uno de nosotros tiene un sentido de la vida, y todos sabemos que este sentido nos ha sido dado por lo que otras gentes y sociedades nos dicen, en parte generado por nuestro estado emocional, que proyectamos hacia fuera; y en parte por nuestras genuinas percepciones de la realidad. En breve, nuestra lucha por determinar cuál es la verdad, es la lucha para decidir cuáles de nuestras percepciones son genuinas, y cuáles son falsas porque nos son entregadas, o vendidas, o generadas, por nuestras propias esperanzas y miedos.

Como ejemplo de este reto, hoy quiero hablarles sobre ecologismo. Y para no ser mal interpretado, quiero dejar perfectamente clara mi creencia de que nos incumbe a todos conducir nuestras vidas de una manera que tome en cuenta las consecuencias de nuestras acciones, incluyendo las consecuencias para otra gente, y las consecuencias para el ambiente. Yo creo que es importante actuar de manera cuidadosa con el ambiente, y creo que esto será siempre una necesidad que se extiende hacia el futuro.

Creo que el mundo tiene problemas genuinos, y creo también que puede y debería ser mejorado. Pero pienso también que decidir qué constituye una acción responsable es inmensamente difícil, y las consecuencias de nuestras acciones son difíciles de conocer con anticipación. Pienso que nuestro historial de acciones ambientales es desalentador, para decirlo suavemente, porque hasta nuestros esfuerzos mejor intencionados a menudo resultan mal. Pero pienso que no reconocemos nuestros fracasos pasados, y no los enfrentamos con decisión. Y creo saber por qué.
Estudié antropología en la universidad, y una de las cosas que aprendí es que ciertas estructuras sociales siempre reaparecen. No pueden ser eliminadas de nuestra sociedad. Una de esas estructuras es la religión. Hoy se dice que vivimos en una sociedad secular en donde mucha gente – la mejor gente, la gente más iluminada – no cree en ninguna religión. Pero creo que no se puede eliminar a la religión de la psique de la humanidad. Si de alguna manera es suprimida, simplemente emerge nuevamente bajo otra forma. Uno puede no creer en Dios, pero uno tiene siempre que creer en algo que le dé sentido a la vida, y forma a su visión del mundo. Esa creencia es religiosa.

Actualmente, una de las religiones más poderosas en el mundo Occidental es el ecologismo. Parece ser la religión elegida por los ateos urbanos. ¿Por qué digo que es una religión? Bien, sólo mire a las creencias. Si uno observa con cuidado, se ve que el ecologismo es, de hecho, el trazado de un nuevo mapa para el Siglo 21 de las tradicionales creencias y mitos Judeo-Cristianos.
Existe un Edén inicial, un Paraíso, un estado de gracia y unidad con la naturaleza; hay una caída de la gracia a un estado de contaminación como resultado de comer del árbol del conocimiento y, como resultado de nuestras acciones, hay un Día del Juicio llegando para todos nosotros. Somos todos pecadores de la energía, condenados a morir, a menos que busquemos la salvación – que ahora parece llamarse “sostenibilidad”. La sostenibilidad es la salvación en la Iglesia del Ecologismo. Tal como la comida orgánica es su comunión, esa agua sin pesticidas que la gente correcta, con las creencias correctas, bebe, es el vino del cáliz.

El Edén, la caída del hombre, la pérdida de la gracia, el inminente Apocalipsis – son estructuras profundamente míticas. Son creencias profundamente conservadoras. Puede ser que estén impresas como circuitos eléctricos en nuestros cerebros, quién sabe? Por cierto, no quiero convencer a nadie de que abandone sus creencias, como no quiero convencer a nadie de que Jesucristo pueda no ser el Hijo de Dios que resucitó de entre los muertos. Estos no son hechos que se pueden discutir. Son asuntos de Fe. Dogmas.

Y así sucede, tristemente, con el ecologismo. De manera creciente, parece que los hechos comprobados no son necesarios, porque los argumentos ecologistas son acerca de creencias. Se trata de si uno va a ser un pecador, o será salvado. Si uno será parte de la gente en el bando de la salvación, o en el bando de los condenados. Si uno será parte de nosotros, o de ellos.

¿Estoy exagerando para marcar un punto? Me temo que no. Porque ahora sabemos mucho más acerca del mundo de lo que sabíamos hacen 40 años. Y lo que sabemos ahora no apoya tanto a ciertos mitos del ecologismo. Y sin embargo, esos mitos no mueren. Veamos algunos de ellos:
No existe el Edén. Nunca existió. ¿Cuál fue el Edén del magnífico y mítico pasado? ¿Es acaso el tiempo en que la mortalidad infantil era del 80%, cuando 4 de cada 5 niños morían antes de los 5 años? ¿Cuándo una mujer entre cada 6 moría al dar a luz? ¿Cuándo la expectativa de vida promedio era de 40 años, como era en los Estados Unidos un siglo atrás? ¿Cuándo las plagas barrían el planeta, matando millones de un solo golpe? ¿Era cuando millones morían de hambrunas espantosas? ¿Era entonces cuando existía el Edén?

¿Y qué hay acerca de los pueblos indígenas, viviendo en un “estado de armonía” con ese Edén ambiental? Bueno, jamás lo hicieron. En este continente, la gente recién llegada que cruzó el puente de tierra, casi de inmediato se puso a barrer del planeta a cientos de especies de grandes animales, y lo hicieron varios miles de años antes de que el hombre blanco apareciese para acelerar el proceso. ¿Y cuáles eran las condiciones de vida? Amable, pacífica, armoniosa? Difícilmente: los pueblos primitivos del Nuevo Mundo vivían en un estado de guerra constante. Generaciones de odios, odios tribales, batallas constantes. Las tribus guerreras de este continente son famosas: los Comanches, Sioux, Apache, Mohawk, Aztecas, Toltecas, Incas. Algunos de ellos practicaban el infanticidio, y sacrificios humanos. Y aquellas tribus que no eran ferozmente guerreras eran exterminadas, o aprendieron a construir sus poblados muy alto en los cerros para tener un cierto grado de seguridad.

¿Y qué hay acerca de la condición humana en el resto del mundo? Los Maoríes de Nueva Zelanda co-metían masacres de manera regular. Los Dyaks de Borneo eran cazadores de cabezas. Los Polinesios, viviendo en un ambiente tan cercano al Paraíso como podamos imaginar, guerreaban constantemente, y crearon una sociedad tan odiosamente restrictiva que uno podía perder su vida si pisaba la huella dejada por un jefe. Fueron los Polinesios quienes nos legaron el concepto del tabú, como también a la palabra misma. El noble salvaje es una fantasía, y nunca fue real. Que haya todavía quienes lo siguen creyendo, 200 años después de Rousseau, muestra al tenacidad de los mitos religiosos, su habilidad de mantenerse a pesar de siglos de contradicciones fácticas.
Hasta existió un movimiento académico, durante la última parte del Siglo 20, que afirmaba que el cani-balismo era una invención del hombre blanco para demonizar a los pueblos indígenas. (Sólo los acadé-micos podían pelear en esa batalla). Sucedió unos treinta años antes de que finalmente los profesores llegaron al acuerdo de que sí, el canibalismo realmente ocurre entre los seres humanos. Mientras tanto, durante todo ese tiempo que duró la discusión, los montañeses de Nueva Guinea continuaban comiéndose los cerebros de sus enemigos, hasta que al fin se les hizo comprender que con ello arriesgaban contraer “kuru”, una enfermedad neurológica fatal.
Más recientemente todavía, los amables Tasaday de las Filipinas resultaron ser una acrobacia publicitaria, una tribu inexistente. Y los pigmeos de África tienen uno de los índices más altos de homicidios del mundo.

En pocas palabras, la romántica visión del mundo natural como un Edén celestial es mantenida sólo por la gente que no tiene una experiencia real con la Naturaleza. La gente que vive en la naturaleza no son, de ningún modo, románticos con respecto a ella. Pueden tener creencias espirituales sobre el mundo que les rodea, pueden tener un sentido de la unidad de la naturaleza o de la vida que existe en todas las cosas, pero aún siguen matando animales y arrancando plantas para comer, para vivir. Si no lo hacen, se mueren.

Y si usted hoy, ingresa en la naturaleza, aunque sea por algunos días, muy pronto se desencantará de todas sus ideas románticas sobre ella. Haga un paseo a pie por las selvas de Borneo, y en poco tiempo tendrá heridas supurantes en la piel, tendrá el cuerpo cubierto de bichos, picándole el cuero cabelludo, trepando por el interior de su nariz y oídos, tendrá infecciones y enfermedades y, si no está usted con alguien que conozca lo que hace, muy pronto se morirá de hambre. Pero es muy probable que hasta en las selvas de Borneo usted no experimentará la Naturaleza de manera tan directa, porque usted se habrá cubierto el cuerpo con repelente de insectos, y hará todo lo posible por mantener a esos insectos alejados.
La verdad es, casi nadie quiere experimentar la verdadera Naturaleza. Lo que la gente quiere es pasar una o dos semanas en una cabaña en el bosque, con mosquiteros en las ventanas. Quieren un vida simplificada durante un rato, sin sus preocupaciones de la vida en la ciudad. O quieren un lindo viaje en una balsa por el río, durante un par de días, con otro haciéndose cargo de cocinar. Nadie quiere realmente volver a la naturaleza de una manera real, y nadie lo hace. Es todo “charla”, y a medida que pasa el tiempo, y la población mundial se hace cada día más urbana, es una charla desinformada. Los granjeros saben de qué están hablando. La gente de la ciudad no. Es todo fantasía.

Una manera de medir la persistencia de la fantasía, es notar la cantidad de gente que muere a causa de que no tienen ni el más mínimo conocimiento de cómo es la naturaleza en verdad. Se paran al lado de animales salvajes, como el búfalo, para sacarse una foto y terminan muriendo aplastados; suben a las montañas en días helados y sin el equipo adecuado, y mueren congelados. Mueren ahogados en las olas porque no pueden concebir el verdadero poder de lo descuidadamente llaman “la fuerza de la naturaleza”. Han visto al océano, pero no han estado en él.

La generación de la televisión espera que la naturaleza actúe de la manera que ellos quieren que sea. Creen que todas las experiencias pueden ser grabadas y editadas más tarde a placer. La noción de que el mundo natural obedece su propias reglas, y no le importa un comino sus expectativas, les llega como un choque masivo. Personas ricas y educadas en un ambiente urbano experimentan la posibilidad de llevar sus vidas de la manera que desean. Compran ropas que se ajustan a sus preferencias, y decoran sus departamentos como más les gusta. Dentro de ciertos límites, pueden construir un mundo urbano que les agrada.

Pero el mundo natural no es tan maleable. Por el contrario, le exigirá que usted se adapte a él, y si no lo hace, usted se muere. Es un mundo rudo, poderoso, y despiadado, que la mayor parte de los occi-dentales urbanos no han experimentado.

Hace muchos años yo estaba haciendo trekking en las montañas del Karakorum, al norte de Pakistán, cuando mi grupo llegó a un río que debíamos cruzar. Era un río de deshielo, helado, y corria muy rápido, pero no era muy profundo – quizás noventa centímetros cuando más. Nuestro guía instaló cuerdas para que la gente se aferrara a ellas mientras cruzaban y todos procedimos a vadear el río, uno a la vez, con mucho cuidado. Le pregunté al guía por qué tanto problema para cruzar un riacho de noventa centímetros. Me dijo, bien, supongamos que usted se resbala, cae, y tiene una fractura expuesta. Estamos ahora a cuatro días de caminata de la última ciudad que cruzamos, donde había una radio. Aún si el guía pudiese llegar a toda velocidad hasta allí para obtener ayuda, pasarían por lo menos tres días hasta que pudiese regresar con un helicóptero. Si es que había algún helicóptero disponible. Y en tres días, es muy probable que yo hubiese muerto a causa de mis heridas. Por eso es que todo el mundo cruzaba con mucho cuidado. Porque en medio de la naturaleza, un pequeño resbalón puede resultar fatal.
Predicciones y Profecías

Pero regresemos a la religión. Si el Edén es una fantasía que nunca existió, y la humanidad no era ni noble, ni bondadosa, ni amorosa, si nunca caímos de la gracia, entonces, qué hay del resto de la doctrina y preceptos religiosos? ¿Qué hay de la salvación, la sostenibilidad, y el Día del Juicio? ¿Qué hay del próximo Apocalipsis ambiental por los combustibles fósiles y el calentamiento global, si no nos ponemos de rodillas y conservamos energía cada día?

Bueno, es interesante. Ustedes habrán notado que, últimamente, algo está ausente en la lista del Apocalipsis, de la letanía verde. Aunque los predicadores del ecologismo han estado aullando acerca de la sobrepoblación durante los últimos 50 años, en la última década parece que la población está tomando rumbos inesperados. Las tasa de fertilidad están cayendo casi en todas partes. Como resultado de ello, durante el curso de mi vida las cuidadosas predicciones de total de la población mundial han caído desde un máximo de 20.000 millones, a 15.000 millones, a 11.000 millones (que era la estimación de las Naciones Unidas alrededor de 1990), hasta la actual de 9.000 millones – y pronto, quizás menos. Hay quienes creen que la población mundial hará su pico hacia el 2050 y luego comenzará de disminuir.

Hay otros que predicen que en el 2100 tendremos menos población que la que hay en la actualidad. ¿Es esta una razón para regocijarse, para decir Aleluya? Por cierto que no. Sin pausa, escuchamos ahora acerca de la crisis de la economía mundial que viene ahora a causa de una reducción de la población. Escuchamos hablar de la inminente crisis de una población que envejece. Nadie dirá que los profundos miedos expresados durante la mayor parte de mi vida resultaron no ser ciertos. A medida de que nos hemos adentrado en el futuro, estas visiones Apocalípticas se desvanecieron, como un espejismo en el desierto. Nunca estuvieron allí – y sin embargo, reaparecen en el futuro. Como los espejismos.

Está bien, los predicadores cometieron un error. Erraron con una predicción; son humanos, después de todo. ¿Y que hay con ello? Desgraciadamente, no es sólo una predicción. Es una jauría de ellas. Nos estamos quedando sin petróleo. Estamos agotando todos nuestros recursos naturales. Paul Ehrlich: 60 millones de Americanos morirán de hambre en los años 80. 40.000 especies se extinguen cada año. La mitad de las especies se habrán extinguido para el año 2000. Y más, y más, y más.

Con tantos fracasos pasados, usted creería que las predicciones ecologistas se harían más cautelosas. Pero no si se trata de una religión. Recuerde, el loco de la acera que carga un cartel prediciendo el fin del mundo no se retira cuando el mundo no se acaba el día previsto por él. Simplemente cambia el cartel, le pone una nueva fecha para el Día del Juicio, y regresa a caminar por las calles. Una de las características que definen a las religiones, es que sus creencias no tienen problemas con los hechos – porque no tienen nada que ver con hechos.

De manera que puedo hablarles de algunos hechos. Sé que ustedes no han leído nada en los periódicos sobre lo que voy a decirles, porque los periódicos literalmente no lo informan. Puedo decirles que el DDT no es cancerígeno, y no hacía que los pájaros muriesen, y que jamás debería haber sido prohibido. Puedo decirle que la gente que lo prohibió sabía que no era cancerígeno, e igualmente lo prohibió. Puedo decirles que la prohibición del DDT ha causado la muerte de decenas de millones de personas en el mundo, especialmente pobres y niños, cuyas muertes son directamente atribuibles a una insensible sociedad occidental, tecnológicamente avanzada, que promovió la nueva causa del ecologismo al llevar adelante la fantasía sobre un pesticida, y así perjudicó de manera irreversible al Tercer Mundo. La prohibición del DDT es uno de los episodios más desgraciados de la América del Siglo 20. Sabíamos bien que no había que hacerlo, y lo hicimos igual. Y dejamos que la gente muriese en el mundo, y no nos importó un comino.
Puedo decirles que el “fumar de segunda mano”, o “fumador pasivo”, no es un riesgo para la salud de nadie y jamás lo fue, y la EPA siempre lo supo. Puedo decirles que la evidencia del calentamiento global es mucho más débil de lo que sus proponentes están dispuestos a admitir. Le puedo decir que el porcentaje del territorio de los Estados Unidos tomado para urbanización, incluyendo ciudades y caminos, es del 5%. Les puedo decir que el desierto del Sahara se está encogiendo, y que el hielo total de la Antártida está aumentando.

Les puedo decir que un panel “blue-ribbon” de la revista Science concluyó que no existe ninguna tec-nología conocida que nos permita detener el aumento del dióxido de carbono durante el Siglo XXI. Ni las energías eólicas, solares o la nuclear. Las conclusiones del panel son que es necesaria una tecnología totalmente nueva, como la fusión nuclear, y que de otra manera nada podría hacerse, y que mientras tanto, todos los esfuerzos serán una pérdida de tiempo y dinero. El panel dijo que, cuando el IPCC de las naciones Unidas afirmó que había tecnologías alternativas que podían controlar a los gases de invernadero, las Naciones Unidas estaban equivocadas.
Puedo, con mucho tiempo disponible, darles las bases fácticas de todo esto, y puedo citar a los ade-cuados artículos científicos, no de las revistas idiotas, sino de las publicaciones científicas mas prestigiosas, como Science y Nature. Pero esas referencias no harán impacto en más de un puñado de ustedes, porque las creencias de una religión no se basan en hechos, sino que son asuntos de Fe. Dogmas inamovibles.

Muchos de nosotros hemos tenido alguna experiencia en la interacción con fundamentalistas religiosos, y comprendemos que uno de los problemas con los fundamentalistas es que no tienen una perspectiva de sí mismos. Nunca reconocen que su manera de pensar es sólo una de las tantas otras maneras posibles de pensar, que pueden ser igualmente útiles o buenas. Por el contrario, creen que su ruta es la única correcta, y que todos los demás están equivocados. Están en el negocio de la Salvación, y que quieren ayudarle a que usted vea las cosas de la manera correcta.

Quieren ayudarle a que usted se salve. Son totalmente rígidos y totalmente desinteresados en los puntos de vista opuestos. En nuestro complejo mundo moderno, el fundamentalismo es peligroso por su rigidez y su impermeabilidad a otras ideas.

Quiero decir que es hora de que hagamos un gran cambio en nuestro pensamiento acerca del ambiente, similar al cambio ocurrido hacia el Día de la Tierra de 1970, cuando esta conciencia fue elevada por primera vez a los titulares periodísticos del mundo. Pero ahora, tenemos que sacar al ecologismo fuera del contexto religioso. Tenemos que detener las fantasías míticas, y tenemos que detener las predicciones Apocalípticas. En vez de ello, tenemos que comenzar a hacer ciencia dura.

Hay dos razones por las que todos tenemos que librarnos de la religión del ecologismo.
Primero, necesitamos de un movimiento ambiental, y dicho movimiento no es muy efectivo sin es con-ducido como una religión. Sabemos por la historia, que las religiones tienden a matar gente, y el eco-logismo ya ha matado entre 10 a 30 millones de personas desde los años 70. No es un buen prontuario. El ambientalismo tiene que estar basado exclusivamente en una ciencia objetiva y verificable, necesita ser racional, y necesita ser flexible. Y necesita ser apolítico. Mezclar las preocupaciones ambientales con las frenéticas fantasías que tiene la gente sobre uno u otro partido político, es desconocer la fría verdad – que hay muy poca diferencia entre los partidos, excepto en la retórica demagógica.

Los esfuerzos para promover legislaciones efectivas para el ambiente no serán facilitados al pensar que los Demócratas nos salvarán y los Republicanos no. La historia política es más complicada que eso. Nunca olvidemos cuál fue el presidente que hizo nacer a la EPA (Agencia de Protección Ambiental): Richard Nixon. Y nunca olvidemos cuál fue el que vendió licencias federales de petróleo, permitiendo la perforación en Santa Bárbara: Lyndon Johnson. De modo que sáquese a la política de la cabeza cuando piense en el ambiente.

La segunda razón para abandonar a la religión ecologista es más apremiante. Las religiones creen saberlo todo, pero la infeliz verdad del ambiente es que estamos manejando sistemas increíblemente complejos, que evolucionan de manera constante, y usualmente no sabemos cuál es la mejor manera de actuar. Aquellos que están seguros demuestran su tipo de personalidad, o su sistema de creencias, no el estado de sus conocimientos. Nuestro registro del pasado, por ejemplo manejando a los parques nacionales, es humillante. Nuestro esfuerzo de más de 50 años de apagar incendios forestales es un bienintencionado desastre del que nuestros bosques nunca se recuperarán.

Necesitamos se humildes, profundamente humildes, en la cara de lo que estamos tratando de hacer. Necesitamos probar varios métodos de lograr las cosas. Tenemos que ser abiertos de mente acerca de la reevaluación de los resultados de nuestros esfuerzos, y necesitamos ser flexibles en el balance de las necesidades. Las religiones no son buenas haciendo ninguna de estas cosas.

¿Cómo haremos para sacar al ambientalismo fuera del control de la religión, y de regreso a la disciplina científica? Hay una simple respuesta: tenemos que implementar requerimientos mucho más estrictos para lo que constituye el conocimiento en el ámbito de la ecología. Estoy realmente cansado de los así llamados “hechos” politizados que simplemente no son verdad. No se trata de que estos “hechos” son exageraciones de una verdad subyacente. Tampoco se trata de que ciertas organizaciones están hilando su caso para presentarlo de la manera más impactante. Nada de eso – lo que más y más grupos están haciendo, es emitir mentiras, puras y simples. Falsedades que ellos mismos saben que lo son.

Esta tendencia comenzó con la campaña contra el DDT, y persiste hasta hoy. En este momento, la EPA está total y desesperadamente politizada. En el ocaso de Carol Browner, lo mejor sería cerrarla por completo y comenzar de nuevo. Lo que necesitamos es una nueva organización mucho más cercana a la FDA (Administración de Alimentos y Drogas). Necesitamos una organización que sea inflexible con respecto a la adquisición de resultados verificables, que financiará proyectos de investigación idénticos a más de un grupo, y que haga que todo el mundo en este campo se vuelva honesto – rápido.

Porque al final, la ciencia nos ofrece la única salida fuera de la política. Y si permitimos que la ciencia se politice, entonces estamos perdidos. Ingresaremos al versión de Internet de la Edad Oscura, una era de cambiantes miedos y perjuicios, transmitidos a un público que lo ignora todo. Ese no es un buen futuro para la raza humana. Ese es nuestro pasado. De modo que es tiempo de abandonar esta religión del ecologismo , y regresar a la ciencia del ambientalismo, y basar firmemente nuestras decisiones sobre políticas públicas en dicha ciencia.

Muchas gracias.

Michael Crichton,Septiembre 15, 2003

Fuente: la traducción viene de mitosyfraudes.org. El original en inglés se puede encontrar en el sitio de Crichton, www.michaelcrichton.net .
A los que hayais llegado hasta aquí. Como veis este manifiesto es antiguo, y alguno de los datos hoy perduran y otros no. Mi intención no es dar ni quitar la razón, como decía al principio, sino al menos preguntarnos si lo que nos están contando es real o solo oculta intereses que ahora no entendemos. Llamarme estúpido pero sin saber muy bien porqué, mi intuición me dice que a este hombre no le falta razón. James Lovelock, uno de los cientificos que peores vaticinios en cuanto cambio climático se refiere, tambien reniega del movimiento ecologista del que algunos le hacen padre.
Por último, para que no quede duda alguna. Amo la naturaleza, no entiendo mi vida sin su contacto casi permanente. Que desconfie de este movimiento no me coloca como irresponsable ni como no defensor de la misma.

martes, 18 de noviembre de 2008

Notición, notición... jarrrrr!

Me ha tocado la lotería, si señor, así es y además sin jugar, toma ya!!!.


Y es lo que ocurre cuando tienes buenos amigos, que yo tengo pocos pero vaya si lo son. Esta mañana cuando más liado estaba en el curro me llama Antonio, el Cali para los amigos, de apellido artístico de la Rosa... torpedo te llamo en un rato que ando liado... no dejes de hacerlo y hazlo sentado... le cuelgo y aunque tenía un problema relativamente complicado, en mi mente queda la frase de Antonio como parpadeando. Así que nada más solucionar el problema técnico le llamo:


- ¿Qué paso tío?

- Te llamé anoche no viste las llamadas??

- Vi un número oculto, creí que eran los pesados de Americam Spress que quieren venderme la tarjeta. Qué querías.

- Invitarte a Colombia con todos los gastos pagados

- Ehhhoohhheeeeehh???... me cago en la leche que jaleo hay aquí, qué dices de Colombia?

- Qué si en vez de irnos a Picos nos vamos a Colombia con todos los gastos pagados.

- Coño!!, si, joder... coño... a dónde y para qué?

- A correr los siete cerros de Medellin... lo malo es que tiene patines, pero vamos, ya te apañarás.

- Joder... cuantos km de patines.

- 30 km

- Antonio lo voy a pasar mal

- Te jodes

- Nada es gratis... ves??.... jajajajajajajaja.

- Nos hace falta una chica.

- Espe?

- Venga..!


Así que aquí empieza una nueva historia con la que no contaba. Mira que la semana está siendo jodida, Harpo está jodido, tengo horarios de 9:00 a 20:00, martes, miércoles y jueves. Es semana de carga y el viernes de nuevo voy a examen de moto... por tercera vez.


Seguiremos informando... je!





lunes, 17 de noviembre de 2008

Educación.

Merece la pena leer el siguiente artículo de Arturto Pérez-Reverte.


Artículo de Arturo Pérez-Reverte publicado en XL-Semanal.



Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros.


Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.


No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.


De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.


Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, alos meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña.


Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.


Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos» Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo. Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio.


Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Recomendación!!!!


Escribe poco pero cuando lo hace siempre me llega... no os perdais el último post de Elisa, una pista, no habla de triatlon... ;).

jueves, 13 de noviembre de 2008

Soñar

El mundo está más loco que nunca, eso no lo podéis negar. Y lo peor, creo que es algo que ya nadie duda y que tampoco nadie sabe como solucionar. Creo que parte de culpa lo tiene el exceso de información que los medios de comunicación sueltan en oleadas de fango por doquier. Para una persona crítica es difícilil determinar qué es verdad, qué es media verdad cuando no mentira. Pero sin embargo, el engranaje sigue funcionando, más o menos engrasado eso si pero sigue. Hoy ha salido a la palestra un ex-estadista de Margaret Thatcher resaltando el valor con que José Mª Aznar había defendido el libro Planeta azul pero no verde escrito por el presidente checo, Vaclav Klaus. En sus páginas, este jefe de Estado no oculta su euroescepticismo y se declara admirador del pensamiento de Matgaret Thatcher, afirma: "Las ambiciones humanas megalómanas, la falta de modestia y de humildad siempre terminan mal". Se refiere, según una portavoz de FAES (Fundación presidida como sabéis por "Chemari" y que se fundo para el Análisis y Estudios Sociales ), a que el ecologismo "tiene el peligro de acabar siendo una ideología totalitaria que pretende tomar soluciones planetarias".

No voy a entrar a debatir de nuevo sobre si el cambio climático es una realidad o no. Muchos sabéis lo que pienso y lo que dudo al respecto y por una vez, sin que sirva de precedente, no puedo negar lo que oigo de pensamientos en lineas ideológicas tan alejadas a las mias. A veces me pregunto si mi inclinación en este asunto se debe más a mi incansable optimismo que me niega la destrucción de este maravilloso planeta arcoiris que a una razonada explicación. No obstante, sigo creyendo que algo huelo a podrido y que los intereses tanto por un lado como por el otro no son los que la mayoria de los seres humanos, gente normal y corriente, creemos que ambos bandos buscan.


Por otro lado está Obama. Será como dice Raquel una marioneta más de un sistema pensado e ideado para el interes de unos cuantos o será la encarnación del deseo de muchos cansados de un mundo que ya no gusta. Obama ha vendido iusión pero creo que lo que mejor ha hecho es darse cuenta de que lo que la gente necesita ahora es eso, ilusión. Y aquí me encuentro yo, pensando si todo esto tiene algún sentido y si lo que se avecina servirá para cambiar un mundo hecho a girones, retorcido por las desigualdades a "cascoporro" que a la misma vuelta de la esquina podriais encontrar.


Una vez lei que la ilusión no era un sentimiento innato sino aprendido, por eso es importante que los padres fomenten este sentimiento a sus hijos con todo tipo de juegos. La ilusión es el motor principal de la motivación y la motivación es preámbulo de las acciones a veces imposibles de creer un día y ser realizadas en el futuro. Y claro, el presidente electo mulato, que no negro, quizás negro zaino hubiera sido demasiado para las mentes conservadoras de los blancos votantes y de los propios negros, hispanos, asiaticos y pobres que en tropel le han apoyado. Quizás represente la ilusión perdida por los que ahora decidimos en el mundo, eso si aupado en una gran mayoría por lo que dicen las encuestas por el voto ilusionante de la juventud que hasta ahora, al menos en EEUU, parecía dormida. Según la CNN, el 66 % de los jovenes entre 19 y 29 años votaron al primer presidente no blanco de origen caucasiano de la historia de EEUU. Empujón brutal de ilusión por tanto que puede ser machacada si no cumple las espectativas de quienes, con la inocencia que aún atesoran, creen posible realizar.


Y llamarme estúpido pero quiero creer en el cambio. La crisis ha hecho pensar a muchos que el mundo según marcha no tiene sentido. La economía no puede dirigir los designios de las personas que vivimos en este planeta arcoiris y eso que la economia no es la responsable única de lo que desde principios de siglo XIX se va tejiendo.


Por eso como no voy a creer en pequeños proyectos como la creacción del club en el que ahora cinco locos nos vemos envueltos. Cómo no voy a soñar despierto con todo lo que queremos hacer para poder disfrutar y hacer disfrutar de este deporte tan loco e imposible de imaginar por otras personas. Asi que perdonarme mi ilusión y mi idealismo imposible pero este blog se llama "Sigamos soñando"

domingo, 9 de noviembre de 2008

Torpe, soy torpe y qué.

Soy un tipo normal. Vivo en una ciudad normal, visto de una forma normal y mis amigos son parecidos a mi, ni muy listos ni muy tontos, con trabajos normales, aficiones sencillas y familias tipo, es decir, algunos viven solos por decisión o por circunstancias varias y saltan de flor en flor cuando pueden o les dejan, soñando mientras tanto con el amor verdadero. Otros viven en pareja y no dejan de preguntarse cómo han llegado hasta semejante situación, trabajan para su trabajo, sus hijos y su cónyuge y piensan que esto no es lo que soñaron hace tiempo. Gente normal, gente sencilla y claro así no se puede, yo lo que quiero es ser una persona cargada de vivencias y manías, ser un retorcido observador social ávido por tener una visión inquina y crítica de quienes me rodean. Me gustaría ser gey, oscuro o indi porqué no.

Y es que yo lo que quiero es ser escritor y claro, a quién le importa que hoy me haya levantado como cada mañana a las cinco de la mañana y haberme despertado una vez más sólo y empalmado. Después de haber intentado acabar mi paja matutina, momento el cual será el más excitante del día. Sin contar claro con la puñetera caldera que como siempre decide recordarme que el agua caliente adormece, estoy por pedirle matrimonio ninguna mujer me acelera tanto el pulso.

Si es que así no se puede hombre, imagina tú que hubiera sido de "A sangre fría" si Truman Capote no hubiera sido alcohólico, drogadicto, homosexual y genio..., bueno yo al menos soy buena gente aunque quizás un poco mezquino, eso si, que no todo va a ser bueno. Y es que lo que más me jode es la prepotencia de aquellos que se creen especiales y no dejan de demostrarlo. Sin ir más lejos mi vecino del bajo. Vive sólo, con su perro, un perro maricón de esos que llevan los abuelos y los niños al parque. No se dará cuenta lo ridículo que se le ve cuando vestido de marciano se va a correr dios sabe a donde martirizando al pobre chucho que desmelenado le persigue. Maricón, seguro que es maricón. Un tío de casi 40 años no puede seguir preocupado por tener barriga y mucho menos depilarse la piernas como hace él. Pero oye, allá con él y su organismo, seguro que este si escribe pero mariconadas claro.

¡Miralé! si antes hablo, ahí le teneis en la entrada de la urbanización haciendo ejercicios deportivos mientras su perro se revuelca en el césped... qué hay vecino??... vecino, vecino???, joder, el cabrón no se sabe ni mi nombre.... qué, con tu deporte, no cambias eh??... siempre la misma conversación, insustancial, falsa ni a mi me importa su vida y seguro que menos le importa a él la mía... siempre me pregunto cómo puedes tener tanta fuerza de voluntad... no hombre, fuerza de voluntad es la tuya cuando cada día te levantas a las cinco para ir a currar... hijo de... el cabrón lo sabe, sabe que tengo una mierda de trabajo en un almacén como supervisor de mercancías... si, ya ves, no como tú, que siempre te veo liado con cosas de esas que a ti te gustan pero trabajar poco eh??... le digo con una sonrisa, falsa, mientras levanta una pierna y la apoya en lo alto del muro que sostiene las jardineras. Parece como si se fuera a romper... eso debe de doler... para mejorar hay que sufrir, ya sabes tú... Gilipollas!!! grito dentro de mi... bueno "VECINO" te dejo. Entonces, sin saber porqué y a cuento de qué, me da por darle una patada en plan colega en la pierna que apoya en el suelo, tan bien se la doy que lo que hago es hacerle un barrido y dando media pirueta se estampa contra el suelo dándose de morros... ¡¡¡Joder!!!... ostias, ostias, perdona!!!... mi nariz, joder, mi nariz me la he roto.... coño el día se empezó a alegrar, el guapito de cara de los cojones sangra como un cerdo y me mira con incredulidad ante la acción que yo y mi torpeza he provocado... tío lo siento (y una mierda), lo siento muchísismo (y una mierda, jodete cabrón), espera que llamo una ambulancia... le decía mientras contenía una necesidad de descojonarme ante él a pecho descubierto, ahí estaba el pobre imbécil, retorciendose de dolor y sin la posibilidad de venganza ante mi torpeza. Y es que no siempre es malo ni aburrido ser un triste torpe.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Idealismo...

Hay dos tipos de personas, sólo dos. Unos son idealistas y otros no. Yo soy idealista y tú, tú qué eres.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Un tipo duro...



Llevo un tiempo oyendo como diferentes personas me dicen que soy un "tipo duro". En el ambiente en el que me muevo, repleto de gestas físicas, me pregunto una y otra vez si realmente lo somos o simplemente somos ensayos de personas que si lo fueron o lo sean en la actualidad.

Mi abuela me dijo una vez: Hijo que Dios no te permita sufrir lo que el cuerpo pueda llegar a aguantar. Doy fe que de una forma u otra en estos seis últimos años de mi vida, he llevado mi cuerpo a explorar dichos caminos dentro de un marco de ocio y disfrute dignos de un demente. Así pues he corrido varias carreras para las que la medía mortal, son tildadas de autentica sin razón. Un maratón, dos Iron "Manes", varios Raid de Aventura de 48 horas comparables a cualquier Iron Man, dos ediciones de la que dicen carrera más salvaje del mundo, el Patagonia Expedition Race y una expedición sin aporte logístico externo en la costa del Pacifico en la isla de Vancouver, Canadá.
Con el tiempo y la distancia, el recuerdo de estas gestas es siempre placentero luego me resisto a pensar que fueran hechos tan sumamente duros. Y claro, ahora me planteo, a qué se puede llamar una acción dura. Por supuesto no olvido la dureza sicológica que para los profanos pasará desapercibida en lo anteriormente citado por ser disciplinas deportivas. Y por eso no olvido presiones laborales, el día a día familiar o situaciones de estrés, tipo, estoy sin trabajo y mi familia depende de mi.

Pero claro, estas situaciones son situaciones sociales más o menos comunes y por lo tanto con un cierto colchón, digamos social. Entonces, qué sería para mi un tip@ realmente duro. Desde luego personas como Shackelton y Fitzroy son un claro ejemplo de lo que significa para mi una persona rocosa y lo curioso de este tipo de personas, es que ambas coincidían en una serie de cualidades que para mi son necesarias para ser realmente una persona dura.

De las personas que conozco, sólo de una podría decir que realmente es duro. Antonio de la Rosa, ex-bombero, dueño de una empresa de multi-aventura y capitán de uno de los mejores equipos de Raid del mundo. A priori, Antonio es una persona normal, no es un portento físico ni intelectual, sin embargo tiene una característica a la que nadie, que yo conozca le iguala. Tiene un entusiasmo y una actividad vital inigualable. Su estado natural es positivo y ni en las peores situaciones le he visto deprimido. Confía ciegamente es sus cometidos y tiene la capacidad de contagiar a los demás esa ilusión. Luego una persona dura, al contrario de lo que a priori pudiera pensarse, no debe ser una persona taciturna, insensible y parca en palabras. Al contrario, creo que debe ser una persona abierta, con capacidad de liderazgo y con poca propensión a la depresión... vamos, casi podríamos decir que es una persona viva y entusiasta que raye la hiperactiva. Y llegado a este punto os recomiendo la lectura del siguiente post de La lógica del titiritero.
Creo que los deportistas, aventurer@s e incluso algún que otro emprendedor, son personas que han logrado relativizar la dureza de determinadas situaciones, sabedoras de que el tiempo y la paciencia mitigan los esfuerzos y que los listones son siempre franqueables. Tus limites están en tu propia mente y aprender a desmitificarlos, te hace parecer más duro que la medía pero también te hace consciente de que para nada es tan inusual o complicado.

De momento me quedo con que yo si que puede que lo sea. Y solo porque Antonio, un tipo realmente duro, después de terminar la expedición de la que más arriba os hablaba y haber tenido que remolcarme en unas cuantas jornadas de duro mar, me dijera: mira, yo creía que tú ibas a quejarte y que en algún momento de este viaje explotarías; pero no, has aguantado sin queja aun siendo el más débil de los tres. Al final vas a resultar ser un tipo duro y por supuesto se rió, como siempre.