lunes, 20 de junio de 2011

INDIGNADANOS. Texto integro de Baltasar Garzón


Hace unos días, alguien me preguntaba por qué algunas palabras que están en el léxico popular y que definen relaciones humanas o acontecimientos no aparecen en los diccionarios, como sucede con la que titula este artículo. La razón radica en que la evolución de la sociedad suele ir por unos cauces diferentes a los de la oficialidad de las reglas que nos rigen, si bien antes o después la realidad de las cosas termina por imponerse a la formalidad de las mismas.
El 15 de mayo surgió en España un movimiento que, con mayor o menor fuerza, se ha extendido a otros países. La indignación popular que venía fraguándose desde hacía tiempo cristalizó en este movimiento que, representándonos a todos, despedía la fragancia de lo nuevo, la convicción de la razón y el civismo de su demostración. Era un plante surgido de una sociedad que cuestionaba y cuestiona muchos de los clichés que el mundo de la política tiene establecidos.
Los asamblearios acampados en la Puerta del Sol madrileña comenzaron pronto a ser un estorbo para la "buena y normal" ciudadanía. Habían pasado las elecciones del 22 de mayo y la presencia constante en las calles y plazas de las principales ciudades era una molestia, cuando no una provocación. El desenlace se preveía inminente, como también lo era la acción de los que habían aprovechado el movimiento para reventarlo desde dentro. Los de siempre, los mismos que unas veces actúan bajo la marca de violencia callejera, otras de los neonazis o de los "radicales antisistema", o de quién sabe qué.
La escenificación de la actuación de unos y de otros se desarrolla en una forma perfectamente previsible y por eso demasiado sospechosa. El cebo de las concentraciones ante las instituciones de representación democrática ha sido tan evidente como burdo, y los componentes del movimiento, incluidos los verdaderos paladines, han sido cazados. Su crédito ciudadano y rebelde ha sido robado por quienes estaban esperando que la caída se produjera.
Hoy las calles se llenan de indignación activa y pacífica; a este movimiento están llamados los demócratas 
Ahora todo vuelve a ser como antes. Hay que acabar con la revuelta; no se puede consentir que se cuestione el sistema, como si este fuera inalterable. De nuevo se elude la respuesta y el hacer frente a la situación denunciada. Pero seríamos demasiado torpes si esta situación fuera aceptada sin más condiciones. Sería muy triste que el esfuerzo y el empeño de miles de ciudadanos desaparecieran en la nostalgia y en la descalificación por la acción de unos pocos. Los indignadanos son, no los que persiguen o golpean a los políticos, sino los que exigen cuentas y explicaciones a los mismos; no los que arrojan pintura a los diputados o les agreden, sino los que denuncian la inacción de los mismos ante la crisis económica; no los que impiden que un Parlamento se reúna, sino los que hacen que los diputados no dejen el debate hasta solucionar los problemas de la sociedad a la que han jurado o prometido defender.
Son los que hoy, 19 de junio, reaccionan y se manifiestan en las calles de múltiples ciudades españolas y europeas para denunciar la inactividad de muchos políticos más ocupados en resolver riñas y querellas particulares que en sacar a la sociedad de la miseria moral en la que la maldad y la dejadez la han puesto. Son todos aquellos que han compartido la frustración y ahora desean alcanzar la esperanza de recuperar esos derechos esenciales, y entre ellos uno trascendental, el derecho a la felicidad, y otro, social, el derecho a participar y a decidir.
Hoy, las calles se llenan de indignación, pero de una indignación activa, democrática y pacífica. A este movimiento que hoy ocupa las calles y avenidas están llamados todos los demócratas que tanto lucharon por recuperar una democracia secuestrada durante 40 años de dictadura y todos los que la han consolidado; están llamados quienes, a pesar de las adversidades y de quienes se aprovechan de la ruina de los justos, quieren y son capaces de cambiar el mundo día a día; y están llamados quienes, además de estar indignados, han dicho "basta" y han decidido ser protagonistas por encima de toda la caterva de mediocres y agoreros que, desde la caverna de la intolerancia, tan sólo saben moverse en el cuenco de su mano, ajenos a los cambios que se están produciendo en el mundo.
Hoy, nuestra voz de indignadanos debe acompañar a todos/as aquellos/as que, a riesgo de sus vidas y de la pérdida de otros derechos fundamentales, se rebelaron a lo largo de la historia frente a los acontecimientos más adversos y violentos como el absolutismo o el fascismo, sea este franquista, nazi o mussoliniano; frente a las dictaduras genocidas, sean estas como las de Chile y Argentina o las modernas que masacran a miles de personas; frente al terrorismo o la violencia del Estado. Pero también quiero unirla a la de millones de ciudadanos indignados que salen a la calle, en forma pacífica, porque no están de acuerdo con lo que está sucediendo, con el modo de gestionar la cosa pública, con el modo de hacer política, con el cinismo de los que nos dirigen y gestionan la economía y que han sido los culpables de la situación en la que nos encontramos.
Es más evidente que nunca que la democracia real no puede limitarse a la mera consulta electoral cada cuatro años 
Hoy más que nunca ha quedado evidenciado que la participación ciudadana, la democracia real, no puede ni debe circunscribirse a la mera consulta electoral cada cuatro años. Todos debemos asumir que el mundo ha cambiado, que el siglo XXI ha revolucionado para siempre los viejos mecanismos de participación política. Lo estamos viendo en varios países y lo veremos en muchos más, en los que la fuerza de la comunicación a través de la red está siendo fundamental, otorgando una nueva dimensión a la fuerza política de los movimientos reales que no se puede obviar con el mantenimiento de mecanismos burocráticos de interposición que dificulten la relación bidireccional entre los ciudadanos y sus representantes.
El reto como indignadanos es hacer que este diálogo sea posible y efectivo, o lo que es lo mismo, que tenga capacidad de decisión, o no habrá comunicación. Pero también resulta evidente que el camino de la contestación irracional y violenta, además de atacar a la esencia del sistema democrático, socava al propio movimiento. Tales exponentes deben ser expulsados si no aceptan las reglas de la tolerancia, la diversidad y la fuerza de la palabra como únicas vías de expresión de este movimiento y de su configuración política.
Este 19 de junio viene cargado de indignación. Un sentimiento que no es ajeno en la historia de la humanidad y que, por azar o no, hizo que ciudadanos franceses indignados decidieran, este mismo día de 1790, desde la recién estrenada Asamblea Constituyente, la supresión de la nobleza hereditaria. Algo que puede parecer menor, pero que dio vida al más puro sentimiento republicano igualitario de una sociedad que hasta ese momento era el crisol de los privilegios y de la desigualdad y que amanecía a la realidad de un nuevo mundo más justo.
Es la indignación que sintieron los ciudadanos de todo el mundo cuando el 19 de junio de 1953 fueron ejecutados en la cárcel de Ossining en Nueva York, tras ser condenados sin pruebas convincentes, Julius y Ethel Rosenberg. Aquellos supuestos espías fueron víctimas de la cruel caza de brujas que encabezó el senador McCarthy. La frase que dejó escrita Ethel antes de morir está llena de indignación: "La historia nos recordará a mi esposo y a mí como las primeras víctimas del fascismo americano". Eran tiempos oscuros, pero no tan lejanos, porque, como dijera Camus, el bacilo de la peste (el fascismo) anida en cualquier madera vieja de una casa y puede revivir mucho tiempo después y acabar con una ciudad dichosa.
Indignados nos sentimos las personas de bien aquel 19 de junio de 1987 cuando ETA asesinó a 21 personas en el atentado de Hipercor en Barcelona. La sinrazón del terrorismo produce vergüenza y el rechazo a la violencia de todo tipo es la mejor expresión de esa indignación por una lacra que esperamos y deseamos se destierre para siempre.
Los acontecimientos de estas semanas nos enseñan que nada es inmutable y que muchas cosas se pueden y se deben cambiar a partir de experiencias muy distintas y de expresiones coincidentes de rebeldía y protesta, de responsabilidad y compromiso. Pero los desafíos suelen ser plurales y diversos como los esfuerzos para encontrar las respuestas. Por eso, si bien es cierto que, como dice el aforismo africano, el desierto se puede cruzar solo, es más seguro y fiable hacerlo acompañado.

viernes, 17 de junio de 2011

Yo #soy 15m

Texto encontrado en el blog de Enrique Dans

Yo #soy15m


Como parte del #15m me declaro una persona pacífica y condeno radicalmente todo tipo de violencia: la de los violentos infiltrados en nuestras manifestaciones, y la del Estado, que ha causado más dolor y heridos. Además, condeno la manipulación mediática que enfatiza la información sesgada, parcial o errónea con el propósito de demonizar a los ciudadanos.

Si me manifiesto en la calle es porque:

Mi participación como ciudadano se ha reducido a votar a listas cerradas cada cuatro años para ver cómo los representantes de los ciudadanos no respetan lo prometido en su programa.

Se hacen leyes a favor de grupos de interés en vez de hacerlas a favor del conjunto de la sociedad.

Se invierten recursos públicos para ayudar a minorías poderosas, y no a quienes están pasando situaciones desesperadas ocasionadas por la especulación financiera.

Los grandes partidos están más preocupados por mantener su poder que por ofrecer soluciones para superar esta crisis histórica.

Está a punto de firmarse un “Pacto del Euro” que consiste fundamentalmente en medidas para reducir la inversión pública en servicios esenciales.

Desde diferentes órganos del estado se ha insultado a los ciudadanos, e incluso se ha justificado el recurso a la violencia contra manifestantes pacíficos.

Como parte del #15m, acepto y respeto la diversidad ideológica del movimiento. Cuando participo en una manifestación no reclamo un régimen o una ideología en concreto, ni un modelo social no democrático, ni la eliminación de los partidos o los parlamentos. Lo que reclamo es una democracia mejor y más humana que, entre otras medidas, necesita urgentemente:

Cambios en la Ley Electoral para permitir una mejor y más directa representación de los ciudadanos en los parlamentos y una mayor participación ciudadana en las decisiones importantes.

Aprobación de una Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para obligar a la publicación en formatos adecuados y reutilizables de todos los gastos, decisiones y reuniones con grupos de presión por parte de funcionarios y cargos públicos.

Tolerancia cero a la corrupción de candidatos y cargos públicos, y controles ciudadanos para la exigencia de responsabilidad política.

Separación clara, real y efectiva de los poderes del estado.

Control fiscal efectivo de grandes fortunas y operaciones financieras; eliminación de privilegios fiscales a cargos electos.

Políticas encaminadas a solucionar de forma efectiva los problemas hipotecarios y de vivienda.

Servicios públicos de calidad, fundamentalmente salud, justicia y educación.

Eliminación de las leyes que permiten el control administrativo de Internet. La red ha demostrado ser esencial para la libertad de expresión y para responder al peligro de manipulación mediática.

Por todas estas razones volveré a salir pacíficamente a la calle el 19 de junio, #19j.

Si estás de acuerdo, aprópiate del texto y divúlgalo (enlace al documento original)

Más Piedra psicodélica


Es difícil contar lo que a veces, sin querer sientes de la forma más tonta. Hay días, contados pero algunos he vivido ya que al correr todo parece estar en comunión. No te duele nada, la zancada es rápida y ágil, te sientes ligero y pareciera como si nunca se fueran a agotar tus fuerzas. Supongo que esta sensación va unida a una predisposición, porque parejo a esas sensaciones surge otra que sólo genera buen rollo. Pues bien, hoy ha sido uno de esos días.

Al contrario que días atrás, cambié mi vuelta al Yelmo por una ruta un poco más refrescante aunque algo más larga. A eso de las once y medía aparcaba el coche en el parking del Tranco y tomaba rumbo hacía Canto Cochino. El verano en puertas está empezando a caldear de verdad y no quería perder durante demasiado tiempo las riveras del río Manzanares. Por eso sería en la primera parte de la ruta dónde me escaparía a un tramo que recién descubrí y que en un futuro quiero dedicar una noche en su altura. Me refiero al Cancho de los Muertos.


Agüita con la imágen de arriba, que si bien es una simple panorámica, para q se vea así, ha hecho falta formarla de 17 imágenes.... con la black berry system ;-).

Dice la leyenda, y también la sabiduría popular, que por esta zona de La Pedriza merodeaban y se guarecían un grupo de bandoleros llamados "Los Peseteros", que en cierta ocasión tomaron en cautiverio a una hermosa dama madrileña de rico y poderoso linaje con el fin de pedir un rescate por su liberación.

La belleza de la dama atrajo poderosamente al jefe de la banda, que quiso hacer de ella su amante y preservarla en exclusiva para sí mismo. Cierto día el jefe, teniendo que abandonar el campamento para perpetrar otro golpe, delegó la custodia de la dama a dos de los bandoleros de su grupo, en los que más confiaba.

Ocurrió que estos dos malhechores, traicionando la confianza de su jefe, y como la ocasión hace el deseo, decidieron sortearse a la dama entre ellos, con el fin de satisfacer sus más bajos instintos mediante el abuso y la vejación de la señora. Cuando el ganador se disponía a realizar la deshonesta cobardía, el otro bandolero, conmovido por los desaforados gritos de la dama, salió en su auxilio, iniciándose así una reyerta entre ambos que acabó con la muerte de uno de ellos.

El Jefe, al regresar, una vez enterado de lo acaecido, decidió ajusticiar a ambos bandoleros, aún estando uno ya muerto, despeñándolos por un cancho de altas paredes rocosas, como así era usanza y costumbre de administrar justicia sumarísima. Ordenó al bandolero vivo que acarreara el cadáver del compañero hasta estos riscos, y una vez despeñado, el jefe se dispuso a ejecutarle propinándole un fuerte empujón desde el borde del precipicio. Pero en el momento de caer, el ajusticiado agarró a su jefe de la pierna causando finalmente que ambos cayeran al vacío.

Por eso estos altos riscos se conocen desde entonces como Cancho de los Muertos. Al pie del cancho se abre un caos de grandes rocas y profundas grietas, donde se dice, por algún tiempo pudieron verse los cadáveres de los tres bandidos.

Fue Ricardo Laforest, uno de los precursores de la práctica del excursionismo y montañismo en la zona de Madrid, quien a comienzos del siglo XX recuperó para la memoria popular esta antigua leyenda, que se difumina con la historia, de la cual toma su nombre el Cancho de Los Muertos, o también llamado Cancho del Camposanto. Se la contó Ambrosio Esteban, un pastor local que apacentaba su ganado entre las jaras y riscos pedriceros.

El bucle es de tan sólo 4 km pero merece la pena el esfuerzo pues muestra los dos valles principales de este singular enclave natural. Una vez finalizado, rumbo a la Charca Verde. Absorto en mis pensamientos y acompañado de U2, Cold Play, Chemical Brothers y Masiive Attac, suelto, muy suelto, casi liviano. Sin forzar, zancada corta y rápida a ritmo de corazón. La montaña entretiene, salto, piedra, escalón, equilibrio, tamborileo de pisadas, respiración entrecortada, batería de sonidos entre una orquesta de sensaciones. Toma cursilada!!!!!. El caso es que así ha sido ante el placer de correr. Hoy sin dolor, sin molestias y mis pensamientos en silencio. Al principio iba un tanto molesto por ir una vez más sólo, estos turnos nocturnos me cruzan con todo el mundo, tiene sus ventajas pero casi siempre sólo. Molesto por estar tambien cruzado en turnos con Raquel, cansado de trasnochar pero feliz pues todo marcha a ritmo de máquina de vapor. Y así, casi dos horas después llegué a mi destino.

Chapuzón obligado y regenerador. El agua aún es del deshielo y aguantas lo que tardas en sumergirte y salir como gato escaldado. Y ahí estaba yo poco después tumbado panza arriba mientras Ámbar chapoteaba a mi alrededor, mirando el cielo y pensando que sólo Raquel faltaba para ser todo redondo porque, chicos, que queréis que os diga, nada más se necesita.

Y embriagado de buen rollo, casi happy flower, tomamos rumbo hacía Canto Cochino con la intención de comer. Llevo muchos años comiendo allí y antes con Harpo y ahora con Ámbar es de los pocos lugares donde perros y humanos descansan y comen sin que nadie mire o se queje del asunto. Paellita del jueves y un porrito para el alma de unos chavales hippies, así decían ser, con antebrazos de acero de subir paredes imposibles y que de buen rollo y hablando de monte, perros y flippyhappyflower.



Sin cobertura, sin prisa, tanto que si me descuido no llego al trabajo. Flipiflower en pura psicodelia granítica.



martes, 14 de junio de 2011

Sensibilidad

El japo como vemos, es sensible al frío.

De pequeño, un poco más mayor, y ya de mayor, siempre ha aparecido alguien que me calificaba de sensible. Sensible, pero sensible a qué.

La sensibilidad es una virtud, no me cabe duda. Debido al mundo en el que  me muevo, conozco infinidad de músicos (en su mayoría técnicos de sonido o ingenieros en telecomunicaciones) que han aprendido a tocar como vulgarmente se dice, de oido. Por lo general son gente que desde muy jóvenes, tuvieron la fortuna de trastear con algún instrumento y hoy por hoy, al igual que otros damos tumbos por carreras populares, ellos tocan con bandas formadas por amigos en garitos y tugurios varios donde dan rienda suelta a su bendita sensibilidad. Es curioso ver como sin querer, las predisposiciones de las cuales la vida te dota, son imposibles de contener. Habrá quien piense que por tocar la flauta o escuchar música fuera de los 80 principales, se tiene capacidad. Pero aquellos que de verdad son música, como casi siempre no lo cuentan, lo viven. Es jodido para el resto de los mortales, lo se, pues quién no envidia sanamente oír y ver tocar cualquier instrumento pero la realidad es cruda y de sensibles es darse cuenta que lo que natura non da, Salamanca no presta.


A que huelen las nubes??.

Pero volvamos a mi sensibilidad. Si algo he detestado siempre es la sensiblería. No me gustan las personas que utilizando la caida de ojos y el victimismo más zafio, intentan ganarse al personal. Una amiga mía les llamaba vampiros pues tienen la virtud no solo de amargarte la vida con sus miserías pues son personas que adolecen de multitud de problemas, sino que si te descuidas pueden incluso quitarte tu energía. Lo digo porque más de uno confunde dicho termino con la realidad de la sensibilidad y creo que es importante reseñar.

Entonces, soy sensible a cómo otros se comportan. Y quién no lo es. Reconozco que más de lo que quisiera. La madurez te enseña sobretodo, a ocultar tus sentimientos. Es duro pero es así, el sistema está diseñado para que lo que pienses o sientas se quede bien guardado en tu interior y malo si lo sacas pues se te acusará en muchos casos de vehemente, impulsivo, temperamental, expresiones que una vez desatadas favorecen, a pesar de los que  la sufran, a que tú no caigas enfermo. Ya, se que es un tanto exagerada esta ultima reflexión pero es curioso como el resto intentamos contener la forma de ser de quienes no son similares a ti. Pareciera como si lo que buscáramos es que las personas fueran planas, carentes de criterios controvertidos y libres de críticas que te puedan comprometer. Se, que la virtud no está en callar sino en cómo decir pero también se, que si algo no soportan las personas adultas es que les hagas ver que están equivocados. Las personas adultas no aprendemos, vivimos de lo que aprendimos de críos y ya adultos no somos capaces de aprender absolutamente nada y mucho menos reconocerlo. Es por eso que ese refrán tan manido es más cierto que nunca pues quien nace lechón, fijo, fijo que muere cochino.

Hay quien el frío odia y quien sin el se axfisia.


Pero entonces, soy sensible o no lo soy. Francamente, creo que lo normal. Me gustaría ser mucho más de que lo que soy y cuando veo a alguien que si lo es, envidio sanamente su delicada sensibilidad. Creo ser sensible a lo que la gente cercana a mi padece y con el tiempo he aprendido a separarme de sus problemas porque puede que al final los haga propios e incluso el que los padece te acuse de algo que ya antes de conocerte sufría y por eso, hoy por hoy y cada vez más huyo de quienes buscan amistad para consuelo de sus males. Creo también, que soy sensible a la belleza e intento torpemente mostrarla o reproducirla, en forma de análisis, de pasión o de imagen. Pero no sería honesto si creyera que lo consigo, eso si, me divierto y mucho intentándolo, reconozco que me hace sentir vivo el trabajo diario ya sea escribiendo, dibujando (algún día quizás os enseñe alguno) y como no, haciendo alguna que otra fotografía.

En fin, sensibilidad, bonita palabra y variada forma de expresarla y sentirla. Creo que si algo la puede amplificar es la suerte de tener padres que lo sean y que juntos, en esa pequeña carrera de la infancia te la muestren. Otra cosa es cuánto seas tú sensible a tamaño esfuerzo pero sólo en el camino veremos cómo se acrecienta o cómo, atormentado por la presión de otros, la mutilas hasta desdibujar quién eres y lo que pudieras llegar a ser.


lunes, 13 de junio de 2011

Moda en el triatlon.


De quién serán las manos que abajo  dejan listas sus zapatillas para volar???.


Los triatletas han sido siempre criticados por su excesiva fijación en la moda deportiva. Antes de que si quiera pensara en correr un triatlón, ya sabía que las zapatillas más estridentes, los bañadores más llamativos y las bicicletas más atrevidas, eran producto de mentes triatléticas. Pero, vosotros que creéis, que es un reflejo del ego de estos atletas o más bien un producto más de la innovación y la capacidad de crear de este colectivo?????.

Vamos, que os queria colar dos fotos que no creo que quieran usar en la revista y el texto es un buen pretexto. ;-)

viernes, 10 de junio de 2011

Estoy lanzado!!!!


La foto con Ivan supuso un antes y un después. Nunca imaginé que tantos años después de cruzarme casi a diario con "famosos" surgiera en mi una necesidad casi imperiosa de inmortalizarme al lado de tan magnas figuras. Tanto ha sido el impulso que ha sido imposible no bailar a la par que tarareaba un éxito de ventas.... así pues bailemos todos "el baile del pañuelo".

lunes, 6 de junio de 2011

Nueva etapa y nuevas oportunidades.

Después del Ecotrimad recibí un mensaje de Antonio del Pino ofreciendome la posibilidad de colaborar para la nueva revista Triatlon y que entre él, Cristina Azanza y Javier Bañón se están currando. Inicialmente tenía serías dudas pues si algo tengo claro es que no quiero convertir esta pasión mía en una obligación pero Antonio y Crisitina me lo planteraron de tal manera que era imposible decirles que no. Ahora se plantea la posibilidad de no sólo trabajar para una de las cosas que más me gusta hacer, sino de aprender y mucho, pues como imaginareis junto a ellos hay fotografos profesionales y que de igual manera me han abierto esta puerta de par en par. Espero estar a la altura de las circunstancias.

Y esta semana llegó el primer encargo, la Copa del Mundo de Madrid. El objetivo, hacer un seguimiento personalizado de Ivan Raña. Ahí es na, cuando andaba dando tumbos en los raid de aventura y empezaba a pensar en probar eso del triatlon, allá por el 2002, cuando el tri era un deporte totalmente desconocido y las cabras solo pastaban en el monte, este señor fue campeón del mundo.

Como os decía, el sábado por la mañana había que intentar seguir a Ivan sin molestarle. Para ello habíamos pedido autorización de primer nivel pero como suele ocurrir en estos casos, el primer nivel se quedó en segundo y en un juego al escondite del juez amenazante para con el novato e ilusionado fotógrafo. No fue fácil pero al final conseguimos sacar un puñado de buenas imágenes y echarnos unas risas en las locas carreras. Desde luego la espectacularidad de las imágenes y la variedad de las mismas es directamente proporcional al acceso y a la movilidad, hecho que en este caso no fue comparable con el Ecotrimad donde pudimos elegir cómo y dónde colocarnos. Pero de todo se aprende, sobretodo cuando por fin pude coincidir con Paco y disfrutar un rato de compartir curro y experiencias.




Y si interesante fue el sábado, más lo ha sido hoy acompañando a Ivan durante la mañana en su rutina habitual de entrenamientos en la Blume. Es una gozada escuchar al "fenómeno", así le llaman allí, como lo es él. Oírle como habla de sus entrenamientos, de su filosofía de entrenamiento, de sus aspiraciones, de su paso por el ciclismo profesional y es una gozada oírle hablar con tanta pasión después de tantos años en lo más alto y con tanta presión como ha debido soportar.

Me encantaría adelantaros algo sobre lo vivido pero al ser un encargo, os tendréis que esperar al próximo número de Triatleta... si es que conseguimos lo que hemos ido a buscar este fin de semana, que os anticipo no ha sido fácil.... os aseguro que seguramente tenga yo más ganas de mostraros lo realizado que vosotros de verlo. ;-)

Por cierto, en más de 20 años trabajando con diversas personalidades famosas, desde frikis a atletas, personajes de la cultura o políticos, jamás he querido hacerme fotografía alguna con alguno. Y ha sido hoy por primera vez que como un crío no he podido remediar pedir al fotografiado hacerme una foto a su lado... me da q no se me pegará gran cosa ;-).

sábado, 4 de junio de 2011

Días en solitario.

Lo primero de todo. Si alguien quiere regalarme una cámara tipo Canon G12 o la Lumix LX 5 le estaré eternamente agradecido porque ya me vale no ir con una de estas pequeñas joyas en el bolsillo y aprovechar momentos como el que se puede ver más abajo inmortalizado con la cámara del móvil.... si dudáis entre una de las dos, prefiero la Lumix pero si vais sobrados, una Leica me haría el hombre más feliz del planeta ;-).

Debido a mi trabajo, tengo horarios enfrentado al resto de los mortales. Eso implica una serie de problemas pero también unas ventajas a veces impagables. Supongo que no seré el único, pero lo cierto es que hoy, de 12 a 2 de la tarde, no me he cruzado con un alma en toda la vuelta al Yelmo en el parque regional de la Pedriza. Tan sólo tres cabras, que reinas de las alturas y de las escaladas imposibles, nos increpaban nuestra presencia.

La semana que viene subiré a mi cima favorita, La Maliciosa, ascendiendo por la Barranca y coronando en segundo ascenso Bola del Mundo para bajar por el sendero de la tubería. Otra rutilla fetiche de no más de tres horas y de impagable belleza. Seguramente será el martes, si alguien se apunta, ya sabéis como encontrarme.

jueves, 2 de junio de 2011

Y la vida sigue...

Vaya si sigue, tanto que como te descuides te deja en la anterior estación. Y así, sin pausa pero sin prisa seguimos. A golpe de pedal, a clic de obturador, cada paso, cada latido, aquí seguimos. Sin embargo el cambio no cesa, quizás la letintud del tiempo te haga percibir un trasiego inerte pero nada más lejos de la realidad. Si miro atrás, observo y analizo como mi vida cambia sin remedio y sin embargo a veces creo que nada ocurre. Pero como digo, no es así. Y con dolor confirmo como hay quien nunca fue lo que creí para después descubrir que otros pasaron a ocupar un lugar que nunca estos supieron llenar. Dejé de ser para transformarme en otro que es igual pero que respira aires tan nuevos que mis ojos sólo ven nuevos horizontes. Si, la vida cambia y tus horizontes también. La vida es tan jodidamente plena de cambios que si no los ves es porque sencillamente cierras los ojos.

Y es que vivimos tiempos de cambio, tiempos donde los valores gritan de nuevo pero para ser sinceros, no para pintar colores de tonos pandereta. Donde la personalidad, esa que es real   que no puede caricaturizarse y de la que no podemos huir, aflora y grita recordando que ESTO y no lo que te cuentan es lo que siempre has querido.

Soy lo que veis, nada más. Hay quien dirá que behemente, emocionalmente impulsivo y un tanto torpe en mis declaraciones. Si, ese soy yo, pero también sincero, honesto y fiel hasta la estupidez  con quien me comprometo, consecuente y crítico con mis actos. Capaz de cambiar de parecer si el motivo merece la pena y apasionado si la razón lo requiere, así me veo y así creo que soy.

Nada es perfecto y mucho menos lo es mi vida. Intento vivir con la menor cantidad de miedos y fiel en lo posible a mis principios aunque ello me haga más de una vez enfrentarme sin desearlo o sin siquiera haberlo buscado  pero sabéis qué: ahora ya no me sorprende tanto porque he descubierto que cada peldaño es una meta ganada.

A cada paso, latido, pedalada o clic del obturador de mi cámara, a cada latido de mi mujer, SI, MI MUJER, a cada suspiro de nuestro perro, en cada sonrisa de alguno de mis pocos amigos (esos que solo sienten ser amigos tuyos cuando comparten y viven contigo), la vida sigue... así que mejor que no pares y súbete!!!!.