miércoles, 28 de enero de 2009

Web de er Cali alias "Antonio de la Rosa"

Bueno, el torpedo de Antonio ha creado una página web donde cuenta sus aventuras y las próximas que realizará. Sin ir más lejos hoy mismo intentará batir un record guinness que el mismo posee. El vídeo que sigue certifica el anterior record en el 2001. No os perdáis la carita de niñato que tenía.... y los kilos de menos.


Me parto.... bueno, a lo que iba. Esta tarde, a eso de las cuatro, grabaremos en Villaviciosa de Odón el nuevo intento de record con la inestimable ayuda de Sonia, la novia de Antonio y atención!!! de Espe, si, si, nuestra Espe.



Coñas a parte, en la web podeis ver el increible curriculum de Antonio, los retos futuros y pasados e incluso si lo deseais podreis patrocinarle y éste se lo merece y con creces la verdad.

domingo, 25 de enero de 2009

Tiene nombres mil...

El post de la semana se me antojaba un tanto impreciso. Dudaba entre decir de lo que ha acontecido del día de hoy, a hacer un post sobre los distintos personajes que navegamos entre blogs y foros... pero creo que es mejor que ese asunto lo haga Rachel o Diego que tienen mejor maña e inquina.

Para todos, para los que leis y contestáis y para los que sólo observáis, disfrutar del siguiente vídeo y sobretodo, reír.

lunes, 19 de enero de 2009

Lo que la naturaleza no da Salamanca no lo presta...

Cuando una persona decide mostrar al resto lo que hace, piensa o crea, está sujeto a un análisis y a una crítica.
En la mayoría de los casos este intercambio es fructífero y enriquecedor tanto para el creador del objeto o pensamiento, como para el observador que valora este acto.

Pero también ocurre, con relativa frecuencia que el acto, pensamiento u objeto, no sea del agrado del observador. Bien porque critique alguna actitud del observador, bien porque provoque una reacción incomoda o bien porque no entienda el mensaje.

Cuando una persona crea, y todos lo hacemos a diario, creo que buscamos provocar una reacción en quienes nos observan y muchas veces, casi todas, esa reacción lleva implícito un mensaje del creador o el provocador.

Tristemente, la mayoría de la gente busca la aprobación de los demás para así sentirse dentro del grupo y aplacar ese sentimiento de soledad que a todos en incontadas ocasiones, nos atenaza.

Pero no todos somos así. No todos buscamos la aprobación continua, no todos pensamos lo que la mayoría cree que es lo que el resto opina, no todos tenemos miedo de no gustar, no todos sólo pensamos y no actuamos.

Pero actuar así, no implica ser mejor, simplemente significa ser distinto y en la mayoría de los casos polémico, incomodo y criticado no muy cariñosamente. Y tristemente, incluso por ello, sufrimos.

Poco a poco, voy admitiendo como soy. Ahora que lo estoy consiguiendo mi siguiente objetivo es sólo escuchar a quienes me admiten, de verdad, por como soy.

Pero aunque lo consiga, se que al final seguiré mis designios sólo, que mis dudas solo seré yo quien las resuelva y que en mi mente, la deriva y la corriente no son mi guía.

Resto de fotos aquí

domingo, 18 de enero de 2009

Salamanca

Tan sólo son postales, la realidad es mucho más impresionante.
No nací allí pero siempre me sentiré de esta tierra.

Salamanca.



viernes, 9 de enero de 2009

No veo, huelo, siento, oigo, gusto... no.



Tengo cinco sentido pero a veces olvido cuatro. Mis ojos funcionan bien, siempre lo han hecho, son agudos, finos y disciernen muy bien colores, matices y grises. Mi vista es casi perfecta, a penas unas décimas de hipermetropía pero que con la edad se corregiría dijo a mi madre un médico cuando yo era crío. No uso gafas para leer, conducir o trabajar y tampoco parece que al menos en breve tiempo las necesite... pero, a veces pienso que no veo... más bien, no se ver.

Es tan fina mi vista que no presto atención al resto de mis sentidos y tan solo a veces sonidos me sobresaltan sacándome de mi realidad visual. Pero resulta que también tengo tacto, gusto y olfato.

A veces mi tacto me traiciona y toma protagonismo cuando acaricio la piel de Raquel, a oscuras debajo de las sabanas, entonces la vista no importa y es mi piel quien dibuja en mi mente. Sin embargo no es igual, los volúmenes y los matices cambian, la temperatura y el detalle es más intenso y la luz muere.

Mi gusto es un tanto parecido a mi vista, rápido, fino pero poco detallista. Anda tan sobrado y es tan ansioso que cada bocado es un tramite para saciar el agujero sin fin que tengo debajo del corazón. Pero a veces surge la sorpresa, ante una lágrima que resbala por la comisura de mis labios, ante el suave sabor del flan que mi madre de nuevo hizo para mi o ante la sorpresa de un sabor desconocido que evoca otros tantos acompañado de recuerdos que creíamos olvidados.

Llueve torrencialmente en el torrido verano, llueve sobre polvo, sequedad y bochorno, que recordáis sino: su olor.

Mi hermano es sordo, bueno casi. ¿Habéis jugado a ser casi sordos?. ¿Habéis pensado por una vez que puede sentir una persona que oye pero no oye todo?. Qué os pasa cuando dentro de una conversación captáis partes de la misma pero no lo suficiente como para entenderla. Pareciera como si hablasen un idioma que no conoces a la perfección y tu cerebro está a punto de estallar intentando hilar cada retal que queda suelto. Mi hermano vive así, leyendo labios y usando aparatos electrónicos para poder comprender. Quizás alguno ahora entienda porqué a veces, sin aparente sentido pareciera que está enfadado con el mundo.

Tengo cinco sentidos pero siento que no veo, oigo, huelo, siento y saboreo. Todo es tan rápido, todo es tan abundante que no retengo matices.

Cerrad los ojos por un instante y pensar, sin abrirlos, en cuantos colores se puede dibujar una puesta de sol, pensar y explicarme como haríais para mostrar a un ciego cómo es el color azul del cielo.

Mi abuela no tiene el sentido del olfato ( qué familia). Yolanda decía que los perros huelen a perro y alguien que no recuerdo que los negros huelen más, más a qué. Abuela, el perro huele... a qué huele, a perro... y cómo huele un perro. Pues depende abuela, a Yolanda no le gusta pero a mi me recuerda al campo, a campo con calor y afecto.

La Pedriza es como una lija que dependiendo de la temperatura se pega o abrasa. Su textura es suave aunque raspe, continua y casi perfecta casi podrías decir que la piedra de la Pedriza es piel de roca pues al acariciarla sus pequeños agujeros te recuerdan a los poros de la piel, a la barba recién afeitada de tu padre cuando de niño te raspaba la cara para hacerte rabiar. Lo increíble del tema es que nunca tocamos, creemos tocar pero según los físicos dos elementos, dos átonos no pueden ocupar el mismo espacio por lo que nunca se pueden fusionar. Cuando esta noche haga el amor a Raquel pensaré en ese físico y le diré, piensa de nuevo porque yo creo que si ocupo el mismo espacio que tu dices que nunca tocaré.

Lo malo del sonido es el recuerdo. Ese nunca se apaga, en mi cabeza tamborilean frases, conversaciones que quisiera a veces poder borrar. Pero no es tan malo porque también recuerdo otros sonidos que nunca querré olvidar. Como el aullido de los lobos en aquel remoto lugar, el susurro de Zoe diciéndome "te quiero", el sonido de mi moto y el lamento de mi niña.

A veces confundo mis sentidos, a veces pienso que no aprendi a sentir, a veces pienso que todo pasa demasiado rápido, a veces grito y no me oigo, busco y no me encuentro, tanteo y no se que toco, huelo y no recuerdo qué es.

domingo, 4 de enero de 2009

De grupetas, ciclistas y triatletas




Empezó el año. Antes de irme a Colombia tenía buenas sensaciones entrenando y después de la recuperación de 7 Cerros, continuo con la misma inercia. Son estas buenas sensaciones las que me invitan a entrenar a diario pero cada domingo me cuesta más salir los domingos para entrenar con la grupeta. Reconozco que una de las razones la dejo cada mañana dominical durmiendo plácidamente y sería injusto no tenerla en cuenta pero el resto no son tan agradables.


El día 2 quedé con un grupo de cicloturistas, invitado por un compañero de trabajo que desde que le conozco ha competido y practicado todo tipo de modalidades ciclistas. En el grupo iban tres cicloturistas más al que se sumaria un cuarto. Conocidos todos del foro MTB, son asiduos practicantes y por lo que les oí, sacan medias de 400 km a la semana. Es decir, saben de ritmos, saben andar en grupeta y disfrutan con este deporte... hay que pensar que una media de 14 horas solo de ciclismo a la semana es como para que a los demás nos quede claro que les gusta la bicicleta y que por muy gañanes que sean (estos no lo eran, por favor que no haya malas interpretaciones es tan solo una forma de hablar) saben y saben por lo menos más que yo. Luego pueden estar más o menos fuertes que por lo general y a estas alturas de la temporada suelen estar más en forma, ser más o menos organizados pero saben lo que se tienen entre manos y lo mejor, se divierten y saben divertirse.


El año pasado cuando bajaba a Castellón, logré coincidir con un grupo formado por triatletas y ciclistas y al igual que estos y con otros tantos que he salido por Madrid, se toman las salidas con un cierto desparpajo que la grupeta, mi grupeta, no adolece. No voy a entrar si unos son mejores o peores pues nadie me obliga a ir con nadie y si reconozco que para mis objetivos la forma de entrenar de mi grupeta es quizás la más acertada; es decir, ahora toca hacer volumen pero sin intensidad, mañana series y pasado mañana contra-reloj... bien pero coño un poquito de pimienta. Que llegamos al primer puente y a alguien le apetece dar un apretón... no pasa nada, el que quiera le sigue se pican y ya está y nadie se mosquea. Que se sube el Cerro y tiras hasta reventar para que en la última rampa te pasen como poseidos... no pasa nada, unas risas y a esperar al que se ha quedado tirado.


Qué quiero decir. Simplemente que el excesivo celo por hacer entrenamientos perfectos, por intentar que todo el mundo vaya a un ritmo de acuerdo a diferentes capacidades y como no, por la manía de algunos de que se hagan las cosas bajo su exclusivo criterio ha conseguido que mi grupeta sea aburrida. Y no entro en que es una grupeta antigua donde ya hay vicios y recelos.


Solución, este año mezclaré grupetas a pesar de que no sea lo mejor para mi entrenamiento. Y porqué, por que amo este deporte y no quiero acabar aborreciéndolo, porque los resultados me importan menos y lo que quiero es disfrutar de los entrenamientos. Como el del día de Navidad, como el del viernes y otros tantos. Por que hubo un tiempo el cual mi mayor gozo estaba en el triatlon y hoy, gracias a Dios ya no funciona como válvula de escape sino como complemento al resto de mi vida. Y por que me da la gana... ;)