sábado, 21 de abril de 2012

Piedra sobre Piedra, La Pedriza.


En Madrid, hay paseos dignos de un Rey que para disfrutarlos tan sólo es necesario tener ganas, un poco de tiempo y sensibilidad para disfrutarlos.


Desde allí, cada vez en más número y con más paciencia nos observan incrédulas, trofeos baratos para ese rey, impagables para este lacayo.


Reyes, príncipes e infantes, perdonad el sexismo del sustantivo, pero para mi, tan sólo existe una Reina y Ella no se junta con semejante reala.


Dueñas del abismo y el equilibrio hoy se han hecho habitantes perennes en nuestra Pedriza. Si las queréis ver, tan sólo debéis subir a buscarlas, hay tantas y están tan acostumbradas al rey de la creación que casi con desdén nos observan.



Rey de reyes, si existe, vaya si existe y a ese no le hace falta demostrarlo por que es, simplemente es.