Las cosas no son siempre como parecen... Lisboa.

Las cosas son así, sentir no es una elección es un impacto que te atraviesa y te deja marcado para siempre, puedes intentar ignorarlo echarlo a un lado pero al final siempre está ahí, a tu lado, peredne. Lisboa por muchos motivos es una ciudad que para mi no es una más.

Hace dos años corrí la primera edicción de esta carrera que quizas en esta su tercera ha conseguido la mayoría de edad. Si el año pasado oí críticas a su organización en esta edicción lás únicas críticas pueeden caer sobre nosotros mismos, los propios corredores. Por que dejemonos de sarcasmos y reconozcamos que si hay quien chupa rueda, una gran mayoría desgraciadamente, la culpa es sólo y exclusivamente nuestra. No es problema de firmeza en los jueces o el número de estos, es problema de la moral, del auto-engaño y la propia y mínima personalidad de quienes destruyen el espíritu de autosuperación personal que se supone este deporte engendra.

El día se desperto sencillamente perfecto. Tranquilo y resplandeciente, temperatura agradable transformada en calor dos horas despues con una leve brisa, animaba el reto, mi primer reto del año. Los circuitos de natación, bicicleta y carrera cambiaban minimamente respecto al 2006 pero, a falta de confirmarlo en el google earth, creo que de identicas distancias, quizás según algún corredor 1 km más en la carrera a pie, es decir exactamente 21 km.

A las ocho y nueve minutos se daba la salida, mucho más amontonada y dura que en la primera edicción pues el número de participantes se ha doblado, con lo que hasta casi la totalidad de la primera vuelta fue una constante batalla naútica. Aún así, me di cuenta que por primera vez paso gente en vez de que todos me dejen atrás y así al salir del agua me lleve mi primera sorpresa, 4 minutos más rápido que hace dos años, 32 minutos exactos al paso por la alfombra. La transición 1 segundo más lenta e igual de desastrosa, 2:36... ja!

Perfectamente uniformado, como un autentico gladiador a juego con su montura me enfrenté a los 90 km , 86 para ser exactos, que tenía por delante. La primera vuelta fue un intento de encontrar el ritmo en el cual creía debía ir comodo y la cerré en una medía de 37, 7 km/h. Puesto que a pesar de que nadé mejor que nunca, sigo siendo un pesimo nadador, en esta vuelta aún no me dió tiempo a cojer los multiples grupos que luego si encontré. Sin embargo ya di con el típico chupasangres que como sabueso navega entre estela y estela. No suelo decir nunca nada pero este día me levanté crítico y no pude repremir comentarios jocosos tipo, qué!!??, vas comodo ahí???... o, luego dirás que te ha resultado durisima la carrera. En la segunda y tercera vuelta conseguí estabilizar mi ritmo y alcancé mi media más alta al final de la peniltuma en un 38, 7 km/h que se quedaría en un 38,4 al final de la cuarta. Haciendo un tiempo total de 2:17:25 1 minuto y 25 segundos más rápido que el primer año que allí corrí. Con lo que me bajé de la bici con un margen excelente para mejorar la marca que conseguí anteriormente.

A pesar del buen tiempoo, en ningún momento me encontré ni cómodo ni redondo. Notaba pequeñas nausas indicativas de que no estaba tolerando bien los geles por lo que opte por no tomar todo lo que llevaba encima. Y así me bajé a correr, un tanto revuelto pero bastante entero. Al principio noté los cuadriceps cargados y apelmazados pero en a penas tres km las piernas se movian a un ritmo aceptable marcando 22 minutos en la primera vuelta que era el ritmo que me había marcado Quino. Sin embargo, ya en el primer cuarto de esta segunda vuelta empecé a ser coonsciente de que las cosas no iban a marchar como yo quería. En vez de aumentar el ritmo tuve que bajarlo y en mi mente aparecían dudas y ganas de dejar la carrera para otro día por lo que decidí olvidarme de mi mejora y me centré en tener un entrenamiento psicológico, tocaba sufrir y terminar, estoy seguro que lo agardeceré en Austria.

Al final me fui a 1h 33 minutos y 55 segundos para los 21 km, 9 minutos 55 segundos más que hace dos años. Para un tiempo total de 4 y 27 minutos, cinco más que en la primera edicción.

Por lo que analizando la carrera y sin saber muy bien porqué flaqueé así y porque no corrí como esperaba pues estaba totalmente descansado, creo que el camino que llevo es el correcto. No creo que me cebara en la bici, pues la sensación de esfuerzo no fue alta, la sensación fue de falta de ritmo, en definitiva no acabé de encontrarme. Esta es una batalla de donde sacar conclusiones pero la guerra la ganaré, porque no la perderé en Austria. Pajara no creo que haya sido pues hoy me siento, a escepción de sentir un poco cargado los cuadriceps, perfectamente recuperado. Así pues y recurriendo a mi caracter positivo, dejo esta primera partida en tablas.