Melancolia.

Lo malo de los recuerdos es que a veces te confunden y te hacen creer que tiempos pasados fueron mejores, mucho mejores. A veces, hay días que me vienen a la mente instantes, personas, hechos, vivencias, sentimientos que anulan mi presente y me confunden. Mi mente racional me dice que no haga caso y que siga pero ese sentimiento amargo mezclado de tristeza y melancolía tiene un sabor agridulce que me envuelve no pudiendo evitar sentirme triste.

Así es, la memoria nos juega malas pasadas, quita y pone al antojo de nuestra imaginación y en vez de revivir un pasado nos inventamos uno nuevo. Quizás el problema es que los recuerdos se reviven como emociones vividas y no siempre esa emoción describe un momento de la manera más cierta, no lo se, el caso es que las mías a pesar del pequeño dolor, me gustan y cada año que pasa se aferran en determinados momentos y sin quererlo entro en una melancolía silenciosa.

Por eso echo de menos, te echo de menos, os echo de menos. No es malo, sólo hay que sentirlo, dejar que te envuelva y poco a poco se irá y continuaré viviendo lo que quizás algún día sea un recuerdo reconstruido de imaginación, pasión y sentimiento.

Hoy me siento triste, solo eso, sin razón, sin motivo, hoy no quiero ver, sólo quiero recordar y soñar que un día, afortunado de mi, viví.

Soy lo que imagino, fui y quiero ser. No se ser lo que tú sueñas que sea por eso me siento querido si así me entiendes. Ser libre es tan fácil como ser comprendido, pero no siempre nosotros mismos podemos entendernos por eso disculpa si te confundo, perdona si no me entiendo.