martes, 7 de septiembre de 2010

Tortuguero

Nos habían dicho que éste, era el año que más tortugas estaban llegando a las playas de tortuguero y sin perder un instante nos fuimos a la misma donde pudimos ver cientos de huellas del paso de los gigantes quelonios.
Pero salvo algún ave a la espera de algún nacimiento, no pudimos ver absolutamente nada, así que decidimos irnos al mismo pueblo de Tortuguero.


De las casi 1.500 personas que allí viven, casi el 90% viven gracias a la industria turística montada alrededor de este magnifico parque natural. En su mayoría dan servicio a los hoteles, son guias o dueños de comercios: cabinas (pequeñas habitaciones donde se puede dormir), tiendas de souvenir y algún bar a orillas del río Parismina.







Allí también nos encontramos a la amiga tejedora de largas patas y perfecta trampa para insectos voladores.











Y como siempre, la paciencia, también enseñada en este pequeño país, dio sus frutos en forma de alumbramiento.


Dicen que tan solo una de cada cien llegan a ser adultas. También dicen que cada tortuga pone una media de 100 a 200 huevos. Y que este años, solo en los cinco sectores abiertos al turismo, de tan solo cinco kilómetros de los más de 20 que tiene la playa, acogen una media de 1000 tortugas por noche en un periodo de algo más de dos meses. También dicen los lugareños, que éste ha sido el año mejor que nunca han visto.









Lo normal es que las tortugas lleguen a partir de las seis de la tarde, ya noche cerrada, hasta el alba, a eso de las cinco. Las visitas de los turistas se hacen en orden riguroso y siempre guiados, de ocho a diez y de diez a doce de la noche. En ella verán con suerte como llega alguna tortuga a la playa, como desova y como después de semejante esfuerzo regresa al mar. El proceso suele durar dos horas. Como todo ese proceso no se puede fotografiar al estar prohibido el flash, como es normal, y utilizar luces rojas que nunca iluminarán el rostro del reptil, tuve que madrugar y rezar para cazar una rezagada ;-)... Costa Rica es un lugar que no tiene muchas prohibiciones donde el lema es primera haz y si no se puede, pide disculpas entonces. Como yo he aprendido la lección, me salte la prohibición de toque de queda de seis a seis de la madrugada, eso si, respetando al animal, no utilizando flash y disfrutando de un espectáculo natural que un día soñé ver. Buen viaje amigas, buen viaje.





Y suerte!!!

1 comentario:

lover dijo...

valió la pena saltarse alguna norma,enhorabuena por las fotos