jueves, 16 de septiembre de 2010

Retratos de un viaje.

De cuantas disciplinas fotográficas hay el retrato es la que más me gusta y también la que más difícil me parece. A mi parecer, cuando un fotógrafo decide retratar a una persona, debe conseguir una conexión que pueda plasmarse en la imagen fruto de esta. Lo ideal sería, transmitir con esa imagen quién es el que dona su imagen mostrando parte de su personalidad. Por eso creo, que un retrato, un buen retrato es en un porcentaje muy alto, culpa del retratado.







Los niños, libres de cargas emocionales y complejos normales de la edad, suelen ser un ejemplo y un deleite para quien les observa pues sólo ellos son capaces de mirarte con la misma curiosidad y franqueza con las que el fotógrafo intenta acercarse.



Pero es que los deportistas, sobretodo los deportistas rotos y destruidos por el esfuerzo, muestran de igual manera esa franqueza que creo en esta vez he logrado plasmar.




Luego están las musas que sin tanto misticismo te descolocan con solo dejarse, esta vez si, retratar.




Y si algo supera el sufrimiento en expresión, por lo positivo que ellos supone, es la sonrisa de quienes a veces te la regalan para luego después poder devolversela en forma de un recuerdo de felicidad. ;-).






5 comentarios:

Myrik dijo...

Enhorabuena, Nacho!

Por la experiencia y por los retratos; son preciosos...

Nacho Cembellín dijo...

Gracias Miriam.... la verdad, estoy contento con la experiencia.

Unknown dijo...

Como para no estarlo, con toda esta serie de Costa Rica has sacado a ese "camarógrafo" interno bribón.

Nacho Cembellín dijo...

Viniendo de ti Paco, menudo alago!!!. Bueno, lo dicho, me tiré a la piscina. Ansioso estoy!!!!

Mildolores dijo...

Estupendas fotos todas ellas. Particularmente me gustan mucho la septima y la novena.