


Y así he estado yo después de cruzar la linea de Elche, arropado por mi niña y por los cuidados constantes de Rafita. Dejando que el sol de lunes me acariciara en las playas de Alicante, sin prisa, sin preocupación, con el saber del trabajo hecho lo mejor que sé y puedo... dulce sentimiento que de nuevo me imprime fuerza y ganas para encarar Zarautz, Madrid, Roth y lo que venga.

Atrás quedan batallas que magnifican la hazaña y el ego, aprendizaje y disfrute doloroso, del que deja huella. Recuerdos imborrables tintados de imágenes mentales, instantáneas de pupila impresas en mi retina, retazos de instantes que fugaces pasaron pero que perennes quedan... toma ya!!!, menuda frase...ja, ja, ja, ja, ya dije yo una vez que este blog es de cualquier cosa menos de triatlon y como dice Espe, me gusta leerte porque se te va la pinza. Y de esas instantáneas me quedó Jaime "El cazaranas" que entre 600 decidió, él, subirse a mi espalda mientras nadaba; o Clemente que como si un animal salvaje fuere encaraba las rotondas dejando atrás la universidad de Elche; el grito de Beni que en mi concentración pasaba sin ver que no, no mirar; la indiferencia de quién nunca fue a mi forma de ser, serlo ahora en lances de carrera, silenciosos y cargados de cierto orgullo sepultado por lo que no hay y nunca habrá; a Raquel que junto a Paloma y Vero no pararon un instante de estar y disfrutar; a mi compañero de carrera, aquel triatleta de mono azul que viajó junto a mi en bici y carrera; a mi tercera ascensión de la escalera al infierno y cuarta para Luarca, una vuelta de diferencia y 54 puestos que bien valieron unas frases entre medias a pesar del esfuerzo; a Quinín, Miky y Juan equipo con tintes azules, recuerdos del tridestroyer saludos y flases de Enphorma y por fin meta, meta y más meta, cargado de tos pero contento de haberlo hecho a pesar de no haber debido. Me faltó una cerveza con Clemente y Jetlag Man pero la tos y un médico que no corre triatlones me mantuvo un rato ocupado tomando algo menos apetecible.

Las fotos de carrera, son cómo no ahora de mi fotógrafa personal, única e insustituible, la última fue el paraje que al lado de Santa Pola tiene una magia que pienso volver a disfrutar. Pobre imagen para tan especial lugar.
