Eduardo Punset

Anoche después de mucho tiempo vi Redes, el programa de la 2 dirigido y presentado por Eduardo Punset. El tema de ayer, del cual otro día quizás hable, era "La monogamia no es natural" y buscando sobre este tema para documentarme mejor y así exponer mi punto de vista, como siempre controvertido, he encontrado lo siguiente que a continuación transcribo literalmente:

He bajado más tiempo del previsto de mi nube y me gustaría aprovecharlo para saber qué piensan los que piensan conmigo; en especial, los que tendrían ahora la edad de Cristo de haber nacido cuando se inició la transición a la democracia. ¿Nos equivocamos los que teníamos uso de razón entonces? ¿O sin habernos equivocado el tiempo ha convertido aciertos en rémoras?

Primero. La necesidad de reflotar a los partidos políticos nos hizo optar por un sistema que ha conferido un poder excesivo a sus órganos directivos. La única manera de devolver el poder a los ciudadanos es cambiando el sistema electoral para que se elijan a personas que pertenecen a partidos políticos en lugar de a partidos políticos que deciden las personas que nos gustan.

Confieso que no tenía ni idea de porqué se elige a nuestros representantes políticos de esta manera al contrario de lo que ocurre en EEUU y que como insinúa Punset sería la forma más correcta. De cualquier forma, yo me pregunto: ¿tenemos los ciudadanos de este país la suficiente implicación política como para elegir con conocimiento algo más allá que puras campañas de marketin político?

“Me gustaría saber qué piensan los que piensan conmigo; en especial, los que nacieron cuando se inició la transición a la democracia.” (Ilustración: J.C./ smartplanet)

Segundo. Nos ha seguido marcando demasiado nuestro pasado en política exterior. La influencia de la vecindad con los países árabes y de amistad histórica con los países latinoamericanos nos ha impedido profundizar la relación con la primera potencia científica y tecnológica del mundo: EEUU.

Bueno, la aportación tecnológica y científica de la que habla también podía haber sido adquirida de Francia, Alemania, Austria o Inglaterra pero el problema es que aquí nunca se ha premiado la investigación ni el desarrollo de nuevas tecnologías. Desconozco si el contacto con países latinos o árabes nos alejan de EEUU pero siempre he creído que dichos mundos y las puertas que nosotros tenemos con ellos nos muestran caminos que no hemos querido ampliar a autopistas.

Tercero. La descentralización del poder central mediante el establecimiento del sistema autonómico debió haber quitado bazas y justificación a los partidos nacionalistas con ánimo disgregador. ¿Se consiguió el objetivo anhelado?

En este punto no hay duda. No

Cuarto. Acercar el poder de decisión al pueblo mediante la soberanía y elecciones municipales se ha hecho de una manera, en cambio, que ha constituido una fuente constante de corrupción a nivel local. La distribución de la estructura financiera entre Estado, autonomía y municipios, seguramente no es correcta.

Efectivamente a la par que costosísima. Pero estamos locos o qué. Cómo un país de a penas 40 millones de personas se puede permitir el lujo de tener tantos organismos autonómicos, locales con diferentes entramados para los poderes económicos y fiscales que ha constituido una red perfecta para el engaño y la impropiación de lo que es de todos.

Quinto. Si se excluye la devolución de la soberanía popular y la apertura al exterior –que no es poco-, no se ha hecho nada serio para adecuar los sistemas educativos a la modernidad. Lo poco que se está haciendo es el fruto del esfuerzo de la sociedad civil al margen de los gobiernos.

Efectivamente. La generación a la que alude, es decir la mía y la mayoría de la que aquí opinamos tiene muchas carencias educacionales. Empezando por los idiomas y terminando por la visión general del mundo... a mi entender eh?.

Sexto. La universalización necesaria de las prestaciones sociales ha mermado su calidad y reconocimiento por parte de la sociedad civil: educación, sanidad, ocio, protección civil y seguridad. Tarde o temprano habrá que buscar nuevas y originales formas de fortalecer el Estado del Bienestar.

Lo difícil va a ser averiguar cómo.

Séptimo. Ni el Estado ni la sociedad civil han hecho todo lo necesario para sentar las bases de la incorporación de la mujer a los procesos de producción. El actual sistema está profundamente desequilibrado, sin apenas compensación para las mujeres con hijos que trabajan y menos todavía para las mujeres con hijos que no trabajan.

Cierto, nos preocupa más estar en el G8 o grupos similares que temas tan básicos como este. Quizás si solucionáramos esto primero, lográramos después otras metas, digamos de mayor calado económico y político. Más que nada por que las decisiones que las mujeres puedan llegar a aportar darían más equilibrio y sentido social a una sociedad aún en exceso machista.

Bueno, y vosotros, qué opináis.

Por cierto para quien le interese esta es la biografía del protagonismo de esta entrada.