sábado, 21 de febrero de 2009

Miedo

Soy miedoso, así es, siempre lo he sido y siempre lo seré. De este hecho echo un poco en parte la culpa a mi madre, la cual por un exceso de celo natural y lógico siempre me ha inspirado miedo a todo aquello que pudiera ser peligroso. Miedos que poco a poco he ido venciendo a medias o por lo menos he aprendido a dominarlos. Pero aunque esto es cierto, no toda la culpa es de ella, pues desde bien pequeño de forma natural he sentido miedo por situaciones o actos. Por ejemplo aún hoy en día no puedo ver una película de terror sin medio esconderme, cerrar los ojos o girar la mirada. Evito ir al cine a ver este genero y en casa no se verlas sin un cojín entre mis brazos (si, a lo único que no tengo miedo es al ridículo..;-)). De pequeño tuve dos caídas bastante jodidas, una desde unas escaleras de madera, la cual me dejó una impronta de miedo a la hora de escalar y otra desde una bicicleta y que siempre me ha condicionado a la hora de montar en cualquier vehículo de dos ruedas. Así pues como veis, soy miedoso, bastante miedoso.

Pero como decía mi madre es la que más ha influenciado en este sentido. Mi madre no es una madre autoritaria, más bien es muy emocional e inteligente pero temerosa. Pero por quién siempre ha temido es por nosotros porque por ella nunca la he visto temer. Y tal es su grado de temor y negatividad que hace un tiempo que le pedí que dejara de temer: Mamá, deja de pensar que me va ocurrir algo, te cuesta lo mismo pensar lo contrario y a mi me ayudará más y a ti te sentirá mejor. Pero hijo, es que te da por hacer cosas que no hacías de niño, qué necesidad tienes de hacer tanto deporte, de viajar a lugares tan raros, jugarte la vida y ya lo último de comprarte una moto, a tu edad, pero cuando vas a sentar la cabeza. Mamá, eso hago, lo único que intento hacer es vencer o vivir con mis miedos; no voy a dejar de hacerlo y sabes que así será, así que por favor, haz lo que te pido. Y lo está haciendo.

Ayer, mientras iba en moto por la M-30, al llegar a Ventas me encontré con el corazón a mil por hora. No lo puedo evitar, me da respeto pero cada día me siento más seguro y aunque nunca seré un motorista arriesgado y habilidoso, conseguiré con el tiempo sentir control y seguridad.


Y por qué os cuento esto. Porque cada uno tenemos ya suficientes miedos como para que la sociedad nos meta aún más. Vivimos en una sociedad cargada de temores, se supone que somos la sociedad más libre de la historia y vivimos aterrorizados. La crisis nos ha metido el miedo en el cuerpo por la posible perdida de nuestros puestos de trabajo, los asesinatos casi televisados y convertidos en circos mediáticos nos hacen pedir a gritos justicia para las victimas y castigo para los asesinos, penas mucho más duras tanto que lo mejor es que se les meta en un pozo, cortemos la cuerda y les dejemos allí hasta que se pudran... y a cuento de esto me pregunto: qué le diríamos a un juez o a un fiscál si nos dijera como debemos hacer nuestro trabajo (por supuesto fuera del ambito legal). Las calles cada vez tienen menos niños, los padres ya no acompañan a sus hijos andando ahora vamos en coche, haciendo imposible el tráfico en los horarios de entrada y salida... por Dios, que yo iba sólo al cole desde 1º de E.G.B. y si, me pasaron cosas, me robaron, me amenazaron con alguna navaja, me pegué, tuve que salir por patas más de una vez, a punto estuve de que alguna vez me atropellaran y también aprendí a superar y sortear peligros y miedos, viví aventuras, jugué a mil juegos que inventé y sobreviví.
Está de moda la nueva era y cultura New Age. El asunto viene de lejos y es la era de Acuario quién la motiva. Pero también está sirviendo como un producto de venta, de identidad, de libertad. Así, la industria del automóvil no te vende coches, te vende aventura, éxito, independencia y libertad. Y porqué te vende todo esto, porque es precisamente lo que no tenemos y que tampoco te dará. Sin embargo te comprarás el coche o la moto y sólo alimentará tu frustración y disminuirá tu bosillo. Vivimos en una sociedad dónde creemos tenerlo todo y que todo es posible de conseguir con el dinero suficiente, sin embargo no nos sentimos libres, la mayoría no se siente feliz y la gran mayoría es temerosa de perder lo que tiene lo cual es curioso pues es posiblemente lo que más libertad le reste.
Hoy, Montoya ha colgado un vídeo de Revolver de Guy Ritchie. Bien, estoy de acuerdo con lo que dice más o menos pero sobretodo con una frase: Porque somos monos envueltos en trajes suplicando la aprobación de otros. A ver, quién de vosotros a visto algún mono que no sea miedoso????;-)... mal que nos pese seguimos siendo aquellos hombres que ataviados de pieles vivían temerosos de la oscuridad, el frío, la hambruna y las enfermedades. Tanto era el miedo que nos inventamos un o muchos todopoderosos que nos salvarían cuando nadie pudiera hacerlo y que también servirían de chivos expiatorios cuando no nos saliéramos con la nuestra o la desgracia se cerniese sobre nuestras cabezas. El miedo es tan poderoso como el hambre, tan peligroso como cualquier arma y tan necesario como el aire porque además el miedo es el mejor aliado para unirnos y ponernos a todos de acuerdo. El miedo es parte de nosotros pero debemos ser nosotros quien lo controle y no él a nosotros. Yo no se vosotros pero hoy en día tengo la sensación que todo el mundo está cagado de miedos, miedos que sólo justifican su mayor miedo que no es otro que vivir como siempre hemos soñado.

19 comentarios:

A. dijo...

Imagínate que vives como siempre has soñado y descubres que no te gusta y que ni siquiera te libra del miedo...

Puta Inocencia dijo...

Pues creo que tienes razón Nacho, vivimos en una cultura del miedo, y que aprovecha nuestros miedos para funcionar. Todos. Tratar de afrontarlos te hace más fuerte de por sí, menos manejable y, sin duda, más libre.
Y eso no tiene nada que ver con no ser listo, el coraje no está reñido con la prudencia, no hay por qué exponerse tontamente pero tampoco es sano encerrarse de por vida y no vivir lo que toque por miedo. Y quizá todos los padres deberíamos reflexionar sobre eso ¿qué queremos realmente para nuestros hijos?. Me da mucha pena la gente que por miedo se entierran en vida y nunca hacen lo que quieren. Yo lo tengo claro, quiero para él una vida plena y libre.

el chulo dijo...

miedo es lo que me has hecho pasar hoy en el cruce de soto , a mi y al del peugeot.

Furacán dijo...

Me ha gustado mucho tu análisis, estoy de acuerdo en casi todo, quizás cambiaría la frase del final miedo a vivir como siempre hemos soñado por miedo a ser lo que realmente somos.
Que el mundo vive cagado de miedos es cierto, mires donde mires ves gente que en vez de ser ella misma se construye una especie de burbuja o máscara para aparentar se lo que no son.
Hay miedo a no tener razón y de ahí surge el fanatismo, hay miedo a no ser respetado y surge la agresividad... continuamente vemos como hay gente que va marcando distancias por miedo a los demás y sin embargo en otras ocasiones acaba surgiendo también el miedo a la soledad y se acaban juntando con las peores compañías.
El miedo es sí no es malo, para nada, lo malo es dejarse paralizar por él. El mundo hay que verlo tal y como es, hay una frase de un alpinista que me encanta: con miedo te mueres, sin miedo te mueres, elige tú como quieres vivir.
El sufrimiento existe y en mayor o menor medida nadie se va librar de él, lo que hay que saber es que hay cosas que están por encima del miedo.Eso es ser valiente, cosa muy distinta de ser temerario que para mí son las personas más cobardes de todas (no saben controlar su miedo y han de demostrarse a si mismos que no lo tienen, un tipo de conducta autodestructiva)
Buen tema :-)

ah por cierto, yo también soy un miedicas jaja

Nacho Cembellín dijo...

Misstake, eso me lo vas a explicar el viernes.
Maldita Inocencia, si alguien sabe bien lo que es el miedo esa es una madre. La verdad, es curioso, sois los seres más temerosos y valientes al mismo tiempo. Ser madre supone un acto de altruismo tal que por mucho que los padres quieran entenderlo nunca llegan a vuestro nivel.
Si chulo, la verdad, ha sido una imprudencia... Raul me ha cerrado un poco y en vez de quedarme ahí he hecho un pase de pecho al coche. No me digas porqué pero en todo momento sabía que no iba a pasar nada pero... ha estado mal.
Furi, me encantan tus reflexiones en mis post, siempre aportan. Totalmente de acuerdo.

inma dijo...

MIEDO AL MIEDO DIRIA YO. NO NOS DEJA VIVIR TRANQUILOS. DEBERIAMOS RELAJARNOS Y TOREAR AL TORO CUANDO LE TENGAMOS DELANTE. ES UNA PASADA COMO ESTAMOS DE ACOJONADOS Y ESO NOS PERMITE DISFRUTAR DEL AQUI Y AHORA (AMIGOS, FAMILIA Y SALUD).
A TU MADRE LA COMPRENDO ES EL INSTITO DE PROCTECCION.

MUY BUENO EL POST NACHO.

AL MIEDO DE LA MANO Y COMO DICES TU QUE NO NOS CONTROLE PQ SINO NO AVANZAMOS NI DISFRUTAMOS.

UN ABRAZO

David dijo...

También somos muchos los padres con temor, no sólo las madres, pero es verdad que no deberíamos dejar de hacer o dejar hacer muchas cosas por ello, al final lo que hacer es coartar la libertad.

Hay muchas formas de miedo y otras tantas de valentía, no sé si te das cuenta pero tu post es un alarde de los segundo.

Ale.

Jetlag-Man dijo...

El miedo no debe impedirte hacer cosas, pero no siempre es negativo: es bueno tener algo de miedo a la moto, a la bici, a la bandera roja en el mar, a la montaña, a las situaciones arriesgadas. El miedo, aderezado con una buena dosis de prudencia, suele dar buenos resultados y permite experimentar situaciones muy interesantes. Nunca me caí en la montaña: gracias al miedo.

Emilio dijo...

Genial la entrada tio, genial. Miedo? Pues yo creo que todos, incluso miedo por lograr las cosas y que luego no sean lo que esperabamos no?

Rachel dijo...

Buena reflexion...echo de menos que no te incluyas y a pesar que hayas dicho que eres miedoso en que tienes la sensación qeu todo el mundo ESTÁ CAGADO DE MIEDOS...
Todos tememos la crisis,el futuro de nuestros trabajos,que no suban más las hipotecas,a la soledad, etc...pero no quiere decir que no sigamos palante,no?
Punset hizo una entrevista fabulosa (como siempre)con respecto a eso que a mí me parece muy interesante:
E.P. La espera como ansiedad te paraliza. Ante un peligro inminente, el miedo detiene todas tus funciones vitales para concentrarlas en una sola: SALVARTE.

(...)-El miedo nos salva la vida vaya…
E.P. Sí pero el problema es que nuestro cerebro es capaz de imaginar peligros…y que solo con imaginarlos desencadena unos efectos idénticos a los peligros reales.
Esa capacidad de imaginar, de anticipar los pensamientos del prójimo, nos apartó de las bestias.
…Vence tus miedos y vivirás.
E.P. Aprende a gestionarlos, mejor! si yo mandase, dedicaría los tres primeros años de la educación primaria a enseñar a los niños como gestionar sus emociones. Es algo primordial! Solo así podrás ser dueño de tí .Les ayudaría a identificar sus miedos, repugnancias, ira, felicidad…les enseñaría que esas emociones nos hacen humanos y les enseñaría empatía: ponerse en la piel del otro…(...)
Interesante no crees? ;)

Nacho Cembellín dijo...

Gracias Emilio, si, tienes razón pero yo tengo miedo a no intentar que a conseguir y que no me guste lo que he soñador, al menos en el camino me llevé un aprendizaje.

Vi aquella entrevista... lo malo de Punset, o lo bueno pues a mi me gusta y me simplifica, es que cuando le escuchas a él y a sus entrevistados te queda la sensación que todo lo que eres no está en tu mano sino en tu naturaleza... creo que la única manera de llevar algo de control respecto a tus instintos y genes es saber quien eres, de dónde vienes y porqué eres así. Gracias a él y a cientificos como los que entrevistas, llegas a la conclusión de que el sentido común lejos de ser lo correcto dista bastante de nuestra memoria genética, de nuestras respuestas químicas y de como funciona un cerebro tribal en una sociedad que ha evolucionado infinitamente más rápido que éste último.... no crees?

Nacho Cembellín dijo...

Sigo contestando que antes no pude seguir. Ramón, Antonio me ha dicho mil veces que sino fuera tan miedoso, hace tiempo que estaría corriendo con ellos y yo le respondo que no me compensa el riesgo ni el sufrimiento... afortunadamente ya se que correremos juntos pero más tranquilos.

David, si mostrar tus miedos y expresarlos es un acto de valentía, estoy de acuerdo, lo que pasa es que tampoco cuento todos, simplemente es una alegoría para que entendamos que nos pasa. Francamente, pretendo utilizar el miedo y no que él me utilice e intento que a quienes quiero, tambien entiendan esta forma de pensar. Gracias.
Así Inma, basta con vivir el presente para dejar de tener muchos miedos.

Rachel dijo...

Creo quehay que buscar más y leer otros puntos de vista que meramente los científicos a pesar que en muchas ocasiones tienen harto razón tb discrepan mucho entre elloos y tienen muchas lagunas,lo cual para mí es todavía más apasionante en una era donde le buscamos explicación a todo,catalogamos todo y nos creemos el culo (con perdón)del universo.
Esa es la lectura que apriori te3 llevas leyéndole sí pero no la única.

Isadora dijo...

Y a mí que me da la impresión de que eres tan miedoso como intrépido!
No creo que nos deshagamos nunca de los miedos ya que siempre nos acecharán peligros (a veces ciertos, otras imaginarios).
Como se menciona en otros comentarios, el miedo, de manera moderada, es un sentimiento tan necesario y positivo como los demás.
Se nota que en estos tiempos a todos nos merodea un poquito más (somos varios los que le hemos mencionado en alguna entrada).

MAE dijo...

Pues yo cada día tengo menos "miedos", los justitos para que me sirvan de "superación", he llegado a la conclusión que "nuestros miedos" nos ayudan a ser mejores cada día y al luchar por vencerlos lo vamos consiguiendo. Debemos ser miedosos pero en su justa medida y creo que con los años cada uno de nosotros nos vamos quitando algunos lastres. Hay que ser miedosos, que no miedicas, pongámosos el miedo por montera y a tirar

No estoy muy centrada, espero haberme explicado, esto de la tristeza me temo que es peor que el miedo, pero bueno también se pasa (espero que pronto)

Un besazo.

Nutria dijo...

Cuando los lakotas iban a entrar en batalla, se decían "Hoy es un buen día para morir". Y no es que tuvieran el menor deseo de ello; es que había una batalla que librar, e iban a ir a saco, y si a pesar de intentar evitar ser derribados no lo conseguían, habría sido haciendo lo que creían que tocaba hacer. Y yo por eso me digo esa misma frase cu8ando voy a intentar algo nuevo que me da miedo pero quiero hacer: hoy es un buen día para morir. Y sin embargo, obviamente no la he palmado. Porque esa frase me deja con una suerte de paz de espíritu que me permite estar mucho más centrada y concentrada.
La entrada es buenísima y comparto ampliamente tu punto de vista... con alguna de las matizaciones que hace Furacán.

Nacho Cembellín dijo...

Akela date tiempo y pide lo que necesites y tranquila.
Nutria, Furacam se ha convertido en un plus en mucha de las entradas...;-)

Ishtar dijo...

El miedo no es malo. Tener miedo significa que consideras que tienes algo muy valioso que perder. Lo malo es que el miedo domine tu vida y, aun peor, la de los demás.

La gente que dice no tener miedo, los temerarios, los que se dejan llevar por sus impulsos sin pensar en las consecuencias sobre esas cosas valiosas que ahora tienen,... no sé si lo que me dan es miedo, pero me da la sensación de que son los más infelices de todos, porque parecen estar siempre en búsqueda de algo que hace suponer que probablemente crean que no tienen nada.

Besicos!

Atalanta dijo...

Buen post. Los miedos no creo que sean malos en sí pero como bien dices, nuestra sociedad tiende a aumentarlos de forma desmedida. Totalmente de acuerdo con la crítica a las situaciones que describes con los niños. Tendemos a introducirlos en una especie de burbujas (mi madre siempre se inflama con tanta tontería con los críos: "¡¡¡PACHACHÁSSS!!"). Si hasta el otro día leí que había problemas con el sistema inmunológico de los niños, que no se adaptaba a luchar contra gérmenes y bacterias debido a los entornos tan limpios, higienizados y estancos donde los encerramos.
Sí me jode que en cuanto te sales de la norma y decides hacer algo "diferente", como tú, ahí tengo a mi madre asustada rodeada por la corte de gente normal que hace lo correcto y no se sale de la línea porque podría ser peligroso, unos plastas, oiga.