La esencia

Se acerca el día y uno se plantea cómo irá mi segundo asalto en esto del Iron Man. Leyendo la página web del gitano de Barakaldo ;) he descubierto una crónica de Jaime Menendez de Luarca de su Lanzarote 2002. Por aquel entonces yo andaba dando tumbos por el monte y no se me había pasado por la cabeza correr un Iron Man pues suficiente tenía con sobrevivir a los Raid de aventura. Jaime ha logrado después de muchos años, muchas pruebas y mucho conocimiento lograr su sueño y este año poder correr en la Meca. La crónica de Lanzarote 2002 demuestra que los logros se consiguen con tesón, humildad y en nuestros deporte entendiendo qué es esto del espíritu Iron Man. Os cuelgo aquí su crónica a modo de homenaje a su dedicación y motivación para los que con mucha menos experiencia y conocimiento nos valemos de gente como él para salvar semejante reto.

Lanzarote 2002 (por Jaime Menéndez de Luarca Zumalacarregui)
El día empezó tranqui, con una natación bastante buena, saliendo del agua en 50 minutos, pero fue subirme a la bici y empezar la hecatombe, me sentía tan bien, y remontaba tantos puestos (Dudu, Maribel, la Campeona del mundo de LD, Piopo) que no le hice demasiado caso al pulsometro, rodando 6-8 pulsaciones por encima de lo aconsejado). En el km 120, y después de los dos puertos, decidí aflojar, pero ya era demasiado tarde. El caso es que me baje de la bici a las 6h42 de carrera (previsto 7h) y empecé a correr soñando con esa plaza de Hawaii (al final en 10h12, es decir, con 3h30 me metía) y al principio las cosas no iban mal, rodando los primeros 8 km a 4:45, pero ya con malas sensaciones). En el km 9 ya me pare fulminado y me apoye en una valla. La impresión que debía dar era horrible, porque los que allí estaban me tumbaron en el suelo y me querían meter en una ambulancia. Me tuve que poner chulo para que me dejaran levantarme, fui corriendo hasta que desaparecí de la vista de aquellas personas, y me volví a parar. A falta de 32 km no veía como iba a ser capaz de terminar, pero el caso es que lo intente, y me condene a 10 km de andar-correr, que fueron mi perdición, ya que Pablo y Alejandro fueron testigos de mi agonía. En el km 21 ya sabia que no iba a ser capaz de teminar, pero le eche un par de cojones y poco cerebro e inicie la tercera vuelta, pero en el 1º km me di la vuelta absolutamente derrotado y hundido) así que me marche a boxes con la retirada impresa en mi rostro y después de las broncas de Daniel Marquez (finisher), Luis (Powerman) Maria (Excelent) y varios amigos más me metí en las carpas. Apesadumbrado y casi sin poder moverme me metí en la carpa de fisioterapia, y allí dos chicas, me dieron un masaje con hielo, y otro de descarga en los cuadriceps. Después de 45 minutos, y al bajarme de la camilla, estaba más o menos recuperado, y me sentí tentado de meterme otra vez en la carrera. El caso es que me daba un poco de vergüenza andar de aquí para allá, y no sabia si iba a ser capaz de hacer esos 21 km, pero lo intente. Salí disparado atravesando el arco de salida con gente que iniciaba en esos momentos la maratón y que se asombraba de verme con dos collares, fui saludando a los que me habían visto abandonar, y me di una tercera vuelta bastante rápida (45 minutos) aunque marcando 1h51 de parcial, ya que el parcial se marcaba con el chip en el punto de vuelta. En el km 32 recojo mi 3º collar y veo las cosas con más calma, incluso creo que puedo mejorar mi marca de Ibiza´98, si hacia la ultima vuelta en 56 minutos, pero el hombre del mazo me vuelve a arrear en el km 34, y me dedico a andar 300 metros, correr 700 hasta poder llegar al punto de vuelta. Allí me encuentro con Verónica Roldan, que me anima a correr un poco más. Así que después de 11h37 de carrera y 4h48 de agonía mental entro en meta, con una cara de asco que debió asustar al mismísimo Kenneth Gasque. Después del suero, una ofensa, como dijo mi compañero de fatigas Alfonso, estuve esperando a los amigos que también habían corrido, y que entraban en meta con una sonrisa de orgullo, o llorando de alegría (Alfonso, Sergio, Dani) Así que Lanzarote 2002 estaba finiquitado, y yo me marche de allí con un sabor agridulce, una mezcla de no haber logrado los objetivos, pero de haber terminado otro IM, que al fin y al cabo esa debería ser la esencia de la LD.Y además, lo mejor del IM me lo lleve yo :-)
Jaime Menéndez de Luarca Zumalacarregui