No soy un gran lector de novelas, en mi mesilla de noche siempre hay un libro con el que suelo conciliar el sueño, pero mi número de novelas anuales no creo que ascienda a los 10. Si leo, sin embargo, muchísima literatura de la llamada de debate, casi en su totalidad sobre ciencia popular y de fácil comprensión. Sin embargo, he solido huir de novelas deportivas y a excepción de algún tratado sobre nutrición, me abstengo de este tipo de literatura.
Hace años, escuche a un compañero del ecosport, una crítica sobre las zapatillas con amortiguación y corrección de pisada. La persona en cuestión, con la cual nunca congenié demasiado bien ( sinceramente, yo le caía como el culo... él a mi no, la verdad y se q esto sobra pero como de vez en cuando se q me lee, pues eah!!!; eso si, me parece bastante mal educado, pero oye, defectos los tenemos todos y yo el primero), era una persona que gustaba de bucear en biografía de habla inglesa y estaba siempre informado de lo último. Decía que las zapatillas tipo gel kayano, en vez de ayudar, fastidiaban, y proponía el uso de voladoras. Nunca estuve de acuerdo con él pero después de leer, Nacidos para correr, reconozco que mi forma de pensar ha cambiado.
Siempre me he preguntado porqué sentía esa necesidad tan primaría de correr. Yo no corro por competir, ni por ser más rápido, ni por estar delgado, corro porque me gusta y porque lo necesito. Hace años vi un documental que me impactó. Era un documental de la BBC en el cual se estudia la técnica de caza más antigua, la caza por agotamiento de la presa. Vi la luz y a mi manera di respuesta a mi pregunta, la respuesta posiblemente estuviera en mis genes, pero porqué había tanta gente que odiaba correr???. Tiempo después y habiendo leído bastante sobre como otros animales corren y descubrir que en climas tropicales no tenemos igual en resistencia, mi teoría sin apenas premisas, se afianzaba en mi imaginario. Pues, de esto y de mucho más se habla en este libro.
El libro está teniendo mucho éxito pues entre las muchas cosas que cuenta, habla del barefoot. Christopher Mcdougall, hace un resumen exquisito sobre la historia de las zapatillas para correr y expone ciertos estudios que demuestran la falta de eficacia ante las lesiones de los actuales corredores. Ciertamente, si estos estudios tiene razón y la explicación que se da, así parece que la tiene, las zapatillas actuales con corrección de pronación en la mayoría de los casos y excesiva amortigüación en el talón, modifican nuestra pisada y basta correr por un momento descalzo por el césped para descubrir que efectivamente, descalzo no entras de talón sino de metatarso.Ahora bien, el libro abre la puerta pero no incita a correr descalzos y además especifica algo que siempre han especificado todos los fabricantes de zapatillas: el uso de zapatillas voladoras está destinado a corredores expertos y por debajo de 75 kg.
Personalmente soy bastante afortunado pues a excepción de una pequeña tendinitis, no suelo tener problemas, salvo un excesivo apelmazamiento de mi musculatura cuando me paso o compito y que me deja como un trapo roto. Y pensando, pensando que es gratis, me he preguntado si pudiera deberse a mi forma de correr, por lo que valiéndome de las indicaciones del libro y corriendo con zapatillas ligeras he creído sentir que la cosa va a mejor.... advierto, no es científico, sólo es una sensación que bien pudiera ser placebo pero he modificado mi zancada, buscando acortarla y entrar más de metatarso (más bien buscando suelo debajo del eje de mis caderas) y ampliando frecuencia. Y bueno, probé a correr ligero estos días que pasé por la playa corriendo diez km por debajo de 4 minutos el mil, acabando con inmejorables sensaciones y sin una molestia, durante o posteriormente... pero vamos, q no ha habido ni fase de adaptación y tampoco me he grabado para saber si lo estoy haciendo bien.
Dos de los personajes del libro y un claro ejemplo de como cada cual apoya el pie.
Por otra parte, el libro invita a investigar. Y descubres gratamente que de las personas que habla, existen, que las carreras de las que habla, también y que hay un mundo de blog´s y web informando sobre le barefoot o de las zapatillas amables con nuestra forma natural de correr y que son llamadas zapatillas minimalistas, zapatillas que por mi parte me parecen más interesantes que las five fingers y que son algo muy parecido a las voladoras de toda la vida.
Pensaba poneros varías frases o textos que invitan a la lectura de este libro. Pensaba hablaros de los tarahumaras, indiscutibles protagonistas del hilo conductor del escrito pero prefiero que vosotros mismos sintáis la piel de gallina al conocer la historia de Emil Zatopek, os preguntéis aquello que yo me he preguntado y tan solo no me resisto a dejar una sola frase: uno no deja de correr al hacerse viejo, se hace viejo, porque deja de correr.
2 comentarios:
Cada día me gustan más las zapatillas ligeras. Le estoy cogiendo manía a mis Saucony Echelon 2. Las muy jodidas son como un tanque, pesan 350 gramos, ya han hecho 1000 kms y en la tienda me aseguraron que aguantarán hasta 1500 sin problemas. Pero amigo, el domingo pasado me calcé mis flamantes Adidas Adizero Mana 5, apenas 220 gramitos, preciosas de diseño, y POR FIN, sub 40' y además holgado: 39' 37". Lástima que morirán en 300-400 kms, la sensación de libertad es magnífica. Pero en maratón, Nacho, qué hacemos? Con una voladora en el km 30 estaríamos pidiendo auxilio ( salvo la élite que va a 3 el km)
@Nostromo: primero de todo, felicidades por tu tiempo!
A lo segundo; creo que no debería haber mucha distinción ni miedo a utilizar el tipo de voladoras. Hace dos semanas corrí 52km por montaña, con las NB minimus trail, pesan alrededor de 200 gr. incluso diría que menos, son más voladoras que cualquiera que antes hubiese utilizado (exceptuando las fivefingers) y en ningún momento tuve que pedir auxilio y al segundo dia estaba corriendo otra vez sin problema alguno. Creo que no son las zapatillas, es la técnica con que las utilizamos. Puedes verlo en nuestra web: www.nadapedaleacorre.com, espero que te haya podido ayudar ;)
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