Tanto subo al monte, que la ciudad cuando a ella me acerco, me parece un parque de atracciones.
Texturas, sombras, grafitis, asfalto y atascos. Lo normal en cualquier ciudad actual y común a raudales en Madrid.
Ilusiones, paseos de Navidad por la gran urbe. Comercios, y comerciantes detrás de consumidores ahora menos dispuestos a gastar y más a pasear.
Visiones de ilusión que esconden realidades sin mascara por cualquier esquina que estés dispuesto a mirar.
Retratos enmarcados en un frío y luminoso día, de esos que tantas veces estos inviernos secos nos brindan.
Visiones diseñadas para ilusionar, realidades que sólo buscan reencontrar inocencias que un día perdiste.
Visiones que al final y por mucho que lo niegues te llevan a la dura realidad.
...
... que no es otra que la injusticia camina en muchos sentidos y que la postal no retrata la verdad.
Hoy, hasta los retretes marcan estilo... nunca ha habido tanta mierda decorando.
Pero a veces, una sola mirada refleja más limpieza y honestidad q las mil almas q la rodean.
Mientras un instante en un mar de vidas fugaces da pausa al desasosiego.
Y por fin el azar, el destino y un clic, congela un instante bello, frio y tan inerte como sucios y decadentes son los cimientos que soportan el ego de los hombres que gobiernan el asfalto.
4 comentarios:
Preciosas, Nacho.
Gracias Kike.
Excelentes claroscuros.
Estás hecho un poeta (dicho con la mejor intención). Magníficas fotografías.
Publicar un comentario