Alguna vez me han dicho esa manida y por otra parte, fea frase de: que amigo eres de tus amigos, o como se define alguno, "SOY MUY AMIGO DE MIS AMIGOS". Henchido y orgulloso, cuando escuchas a alguien definirse así, creo que el mismo se ve como un ser leal, comprensivo y buena persona, sobretodo buena persona... porqué cuando oigo decir a alguien: pero es buena persona; siempre pienso que lo que de verdad estamos diciendo es que a pesar de sus defectos que tanto nos incomodan y de su más que provable estulticia (me repito pero es que me gusta más que bobo, estúpido o torpe), en el fondo nos cae bien porque nos compadecemos de él. En fin.
Pero bobunas y maldades a parte, el caso es que el articulito me hizo reflexionar y pensé en mis amigos. Pensar en algo así es más complicado de lo que parece porque de repente, y os habrá pasado a todos, el número se reduce tanto que preocupa. El problema surge cuándo empiezas a pensar qué hace que un colega, compañero de aventuras o comparsa, pase a ser alguien por quien de verdad te preocupas y que sientes, que él además hace lo mismo por ti.
Porque es muy difícil, pero mucho, que alguien te conozca de tal forma que te entienda y que a pesar de tus errores y manías, ve el porqué de tus acciones y lo que es más dificil, te las perdone. Es muy difícil encontrar a alguien que prefiere escucharte a hablarte de si mismo. Es tan difícil encontrar a alguien que soporte tus manías y que ceda con tal de compartir un momento contigo. Es tan difícil que de repente me di cuenta que en nuestra vida, en nuestra manera de vida, eso no existe más que en la intimidad de la pareja o de tu propia familia.
Y no es reprochable la verdad. Nos han enseñado a sobrevivir más que a vivir y ese detalle no deja tiempo más que para lo esencial.
Tengo que reconocer que como amigo, porque yo también aspiro a serlo, soy un poco bobo. Navego en extremos y eso, a la larga, no es bueno. Inicialmente soy incapaz de ver con tino alguno las dobleces, carencias o defectos de quien entra en mi vida y me inunda con un sin fin de nuevas vivencias. Y tristemente soy demasiado incisivo cuando me siento decepcionado, entonces mi mente no deja resquicio y analiza punto por punto lo que a mi juicio está mal. Y es un error, porque simplemente juzgar es un error. Y lo que es peor, no lleva a nada positivo.
Siempre he creído, que la gente que te rodea, de alguna forma te define. Y bueno, la verdad es que los pocos que de verdad me rodean, por diversos y variados motivos son motivo de admiración para mi. Puedo presumir de mantener a mis cinco amigos de infancia... 36 años ya. Presumir de tener una familia tranquila, sin guerras o rencores pero sobretodo comprensible y unida, sin fisuras y sencilla, muy sencilla. Y de tener una pareja que es, con diferencia, mucho mejor que yo en todo y de la que estoy enamorado locamente. Y puedo presumir de tener gente, más o menos cercana que al día a día se desmarcan, se acercan, se van, se olvidan o viajan lejos. El tiempo, como suele ocurrir en casi todo, pondrá, quitará o devolverá. Ya lo sabréis la mayoría, no hay carrera más dura y de larga distancia que la propia vida.
Como dice un buen amigo, se me nota que me gusta la gente. Y es cierto. Ese detalle me llevará a conocer mucha gente, gente que a veces dejarán huella o que incluso compartirán camino conmigo. Esa gente invariablemente, permaneceran en mi de una u otra manera, porque quizás ese sea el cometido final. Eres, como decía antes, lo que te rodea y lo que un día te acompañó. Y así, momento a momento ya tengo 377 amigos en Facebook... ;-). Quieres serlo también tú???.
Nota: alguno os preguntareis qué pinta una vez más el perro aquí. Es más, estoy leyéndole la mente a Enrique, pensamiento que me ahorro pues ya lo pondrá él. La respuesta es muy sencilla, Ámbar es un amigo de esos que todos querríamos tener: incondicional, siempre dispuesto a acompañarte a pasar un buen rato, e incondicional ante los problemas con los terceros, es decir, de mi parte si o si. Y además ayer le hice unas fotos porque aunque no os lo creáis, lo de la fotografía también hay que entrenarlo y tenía que colarlas.
Nota: alguno os preguntareis qué pinta una vez más el perro aquí. Es más, estoy leyéndole la mente a Enrique, pensamiento que me ahorro pues ya lo pondrá él. La respuesta es muy sencilla, Ámbar es un amigo de esos que todos querríamos tener: incondicional, siempre dispuesto a acompañarte a pasar un buen rato, e incondicional ante los problemas con los terceros, es decir, de mi parte si o si. Y además ayer le hice unas fotos porque aunque no os lo creáis, lo de la fotografía también hay que entrenarlo y tenía que colarlas.
8 comentarios:
Sin palabra... espectaculares fotos.
Enhorabuena!!!
Bienvenido Ruzarang... buenos amigos whippet tiene Ambar. Un saludo y gracias por u comentario.
Por partes:
1- Efectivamente tenías que colar las fotos y no sabías como.
2- ¿¿377 amigos en Facebook?? Ya sabes lo que dicen: “Eres más falso que un amigo de Facebook”
3- Como te decía ayer “Es tú te entusiasmas hasta con una barra de pan”...
4- Utiliza la máxima “No pidas nada – No esperes nada. Y todo lo que llegue será gratis (no tendrás que pagar por ello)” o “No pidas que te quiera más de lo que te quiero"
379... y sigue subiendo.
Veo q sigues dándole vueltas al tema, yo creo que el tema está en diferenciar a los "concidos" de los amigos,normalmente cuando pintan copas, y no digamos oroshay mogollon, pero cuando pintan bastos...ufff, ¿¿juegas a las cartas??
¡ah! cualquier excusa vale para mostrar al mejor amigo...¿no crees?
Ey Luis!!!, no sabía que tenías un blog.... No te preocupes no es cuestión de darle al coco, son reflexiones baratas q intentan ser un por un lado autoterapia y porqué no autoconocimiento... pero sobretodo, escribir, sea d elo q sea es un pasatiempo. Si te cuento lo q he imaginado hoy, mientras Ámbar corriamos campo a través siguiendo senderos de animales (como la canción de Manolo García ;-)), flipas. Quizás lo cuente.
me ha gustado mucho tu entrada y tus fotografias.
con tu permiso, te sigo!;)
Gracias Limon, sigueme con mi permiso y sin el ;-)
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