domingo, 27 de septiembre de 2009

Deporte, sexo, dolor y por último placer.

El disparo le había atravesado el gemelo izquierdo. Tendida sobre la camilla, el gesto de su rostro mostraba contención ante el dolor. -Aún no doctor, aún no, antes quiero hablar con ella.-Espetaba al doctor a la vez que introducía un dedo en el agujero que la bala antes había hecho. Mientras la secuencia transcurría, hipnotizado pensaba hasta que punto ese dolor no estaría produciéndola placer. Dolor, placer, dolor y más placer.


Según parece la dopamina es la hormona responsable de la sensación de felicidad y es probable que ayude a regular la sensación de dolor. Dentro de esta hipótesis entran también las endorfinas, analgésicos naturales y que se fusionan con los receptores opiáceos de las neuronas iniciando así el proceso de contención del dolor.

Parece ser, o al menos eso creen ciertos científicos que las endorfinas afectan a las vías de la dopamina que alimentan al lóbulo frontal. La actividad de estas vías están controladas habitualmente por otras neuronas que son inhibidoras del paso de la dopamina. Los nervios responsables de la liberación de las endorfinas están conectados a los que liberan la dopamina. Al encontrarnos en situaciones de alto estrés, producido por el motivo que sea, los nervios liberadores de endorfinas liberan gran cantidad de ésta bloqueando así los nervios que indicaban la sensación de dolor. Esto se produce por que se acumula demasiada dopamina en la vía de comunicación. Esto da como resultado que en el lóbulo frontal se segrega tanta dopamina que reemplaza la sensación de dolor por la de placer. Así podríamos explicar la sensación de placer en los deportistas que realizan pruebas de resistencia. A su vez, este condicionamiento positivo explicaría el enganche a dicha actividad porque ¿quién no quiere repetir la sensación de placer a pesar de que sea a cambio de sentir previamente dolor?.


Placer, dolor, sensaciones antagónicas pero unidas. Nos consideramos seres cerebrales pero estamos sujetos a sensaciones físicas que condicionan y manipulan nuestros sentimientos. Siempre he intentado sentir como sufren o soportan el dolor otras personas. A lo largo de estos últimos años, el entrenamiento físico al que me he sometido no sólo me ha dado más capacidad física sino más tolerancia al dolor y control sobre el mismo. El umbral del dolor tambien se entrena parece ser, o al menos eso creo yo bajo mi propia experiencia y que descubrí de manera notoria el día que me rompí la clavícula hace ahora algo más de un año.


El sexo puede aglutinar placer y dolor. Desde luego hay tantos niveles como formas de entender el sexo pero que relación más increíble y cargada de matices. Tanto en el sexo como en el deporte he llegado a estados sensoriales que de ninguna otra manera se alcanzar. La pequeña muerte como les gusta definir a los franceses al orgasmo, o los estados de nirvana que en determinados entrenos o competiciones alcanzamos, suponen una extraña mezcla ante el dolor y el placer. Pero lo más increible es que esos pequeños o grandes instantes producen la sensación de equilibrio y serenidad. Ascetas, monjes budistas, filósofos, místicos, religiosos... intentan conseguir un estado que la naturaleza en su estado más simple y fundamental nos brinda confusa entre sensaciones contradictorias y opuestas. Y nosotros, pobres deportistas sufridores de largas jornadas de esfuerzo parece ser que podamos tener la clave para llegar a estados sensoriales tan sólo igualables con el sexo.


Así que ya sabéis, seguid haciendo deporte y sobretodo, seguid haciendo aún mucho más sexo.

6 comentarios:

Juankir dijo...

como se nota que anoche fue sabadete (cena y polvete) pq yo tb he abierto un post de sexo y deporte jajaja

Esperanza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Esperanza dijo...

Prueba a salir en el mes de enero, a las once de la noche, lloviendo, a la terraza de tu casa en pelotas, descalzo y con una pinza de la ropa en la nariz. Permanece así 25'. Entonces, entra en casa, arrímate al radiador, sécate y quítate la pinza. Ya verás qué gustito.

Dani dijo...

El triatlón debe ser un deporte de onanistas...

spocklopez dijo...

Entonces cuando decimos " Hoy me he corrido 1 horita como un campeon".
!!!Hostia!!! que equivocado he estado hasta ahora, gracias, se lo voy a explicar a mi señora, a ver si lo entiende :)))

davidiego dijo...

si es Aldo Rein el que mete el dedo en llaga quizás la cosa cambia...

hay más cosas que liberan endorfinas.. a ver cuándo liberamos unas cuántas todos juntos, que dice el dani, huy, que somos unos onanistas.