Tranquilos... t r a n q u i l o s!!!!, Enekos, Clementes y Chulos en general, no he vuelto ni creo que vuelva en breve al tri. Lo que hoy tocaba era una desconcertante apuesta por la diversión que ha resultado increíblemente positiva. Raquel con Lissa, Ámbar y yo hemos iniciado una nueva aventura en los lindes de Cerceda, hoy nos hemos iniciado en el Canicross.
Los que me conocéis sabéis que no gusto de las conglomeraciones; y carreras como esta, donde entre canes y humanos no sumábamos las 400 almas, son un respiro de aire fresco. Estresante y emocionante, locura contenida y desatada en forma de ladrido y algún que otro mordisco en una intensa linea de salida. Prometo que inicialmente pensé que si Ámbar se estresaba en exceso esta sería la primera y última pero sorprendentemente entre tanto caos y nervios, él estaba en otro plano dónde su estado era de calma total.
Estado que pasó de 0 a 100 en el momento del inicio de carrera donde el animal ha corrido como si siempre lo hubiera hecho. En a penas un par de kilómetros, nos posicionábamos entre los diez primeros participantes ocupando en alguna ocasión hasta la tercera posición.No he tenido que a penas guiarle. Tirando en todo momento y buscando el recorte más limpio y rápido en cada tramos de la carrera. Lo ha hecho perfecto, concentrado en todo momento, hiper motivado y evitando cualquier conflicto con el resto de canes. Si en el tri una buena bici no hace bueno al triatleta en dicho segmento, en esta disciplina un buen perro encumbra a un mediocre corredor como yo a las mieles del éxito.
Entre 26 y 27 minutos para siete kilómetros de campo, sin demasiado desnivel pero mucho charco y barro. Al final entre los diez primeros de la general, tanto Raquel que ha quedado tercera en absoluto, como yo que por pecar de joven en unos días, no he pillado podium en veteranos. No obstante, lo de menos son los tiempos o las posiciones, lo impactante es el binomio hombre-perro. Los que no habéis tenido perro no podéis entender que se siente cuando el animal gira la cabeza y te mira buscando una señal o una intención ante una duda, no imagináis como lucha por conseguir una posición por el mero placer de correr, no imagináis la generosidad de su esfuerzo lastrado por tu peso y por el que ni se queja ni se disculpa. Impresionante es poco, cuando además tu pareja comparte contigo lo mismo y de igual manera disfruta de algo tan maravilloso.
Quién me lo diría a mi, quién me diría hace tres años que iba a poder disfrutar tanto de lo que más quiero y compartirlo de esta forma. Al final, no debo hacer tan mal las cosas si la vida no deja de mostrarse amable.
Nota: Abel, metete en Correcanicos, aquí podrás ver las próximas carreras en las que casi seguro nos podrás encontrar.
Nota 2 a los triatletas: chicos, he descubierto que si de verdad quereis mejorar en vuestra carrera hay que dejarse de dietas paleolíticas, técnica de pose o de zapatillas ultra ligeras. Si lo que queréis es saber que se siente corriendo a medias impensables, adoptar o compraros un perro. Y si dudáis en qué raza elegir, no lo penséis, un Rhodesian no tiene igual. ;-).
2 comentarios:
Interesante experiencia que, por lo que cuentas, debe ser digno de contar, pero que de momento va a tener que esperar un poco.
De perros nada.
Enhorabuena por el podio de Raquel. Y tu, para el año que viene, cae fijo.
Ostras, qué bueno. A veces entreno con él de la mano, con la correa normal y es que nos ponemos los dos "desataos". Seguro que me encantaría correr una carrera de este tipo porque como bien cuentas, se combinan dos grandes aficiones. Le tengo echado el ojo al 6 de Marzo en Plasencia aunque es carnaval y sale de cuentas la hermana de Alicia. No me quiero hacer muchas ilusiones porque Curro, si está atado se pone muy nervioso con otros perros aunque he leído que si el perro es problemático, tiene que salir el último. Yo creo que ya en carrera, el tiraría para delante como alma que lleva el diablo. Un día de ésto me compro la correa. Veremos.
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