Hablar pero sin pretender que te entiendan, contar quien eres sin ser el cuadro que dibujas. Palabras buenas pero vacías de intención. Decir ser pero no ser más que el reflejo que ves al levantarte. Etiquetar con pósit nombres en tu corazón con papel seco de pegamento.
Mirar con ojos de cordero y no sentir más allá de tu necesidad. Necedad esculpida, parapetada por cuentos recién aprendidos. Humildad deletreada, mentira en pos de complacencia. Huyes de tu origen maquillado de éxito con muros de ladrillo y encarcelado por barrotes de papel verde.
Aprender sin más intención que contarlo. Poeta de chicle, trovador de red, cuenta cuentos cibernético. Disc jockey moreno con plato de iPod y altavoz de lata. Funambulista de la palabra siempre vacía.
Ataviado de traje desleal, infiel, inconsecuente, mentiroso, charlatán de barrio, cínico y mentecato. Con piel de reptil tu calor termina donde tu necesidad se difumina.
P.D.: La de las fotos se llama Salma y lleva viviendo con nosotros un par de años. No se muy bien porqué, pero durante esta semana se está dejando ver más de lo habitual. Supongo que ella también echará de menos a Ambar.
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